Brad Pitt y sus dos años de romance con Inés de Ramón
En un Hollywood acostumbrado a las rupturas dramáticas y los romances fugaces, la relación entre Brad Pitt e Inés de Ramón sorprende por su sobriedad y estabilidad
- 02 de julio de 2025 a las 00:00
En los últimos años, Brad Pitt ha atravesado uno de los periodos más convulsos de su vida: un mediático divorcio, una batalla legal por la custodia de sus hijos, y una disputa empresarial con Angelina Jolie por la propiedad del viñedo Château Miraval.
Sin embargo, en paralelo a su transformación personal y profesional, el actor parece haber encontrado un remanso de estabilidad junto a Inés de Ramón, una discreta diseñadora de joyas con quien mantiene una relación desde finales de 2022.
La pareja fue vista por primera vez en noviembre de ese año en un concierto de Bono en Los Ángeles. Desde entonces, su vínculo se ha consolidado con una notable ausencia de exhibicionismo: pocas apariciones conjuntas, sin declaraciones públicas, y una privacidad que contrasta con los episodios anteriores de la vida sentimental de Pitt.
De ascendencia española y con una trayectoria en el diseño de joyas, Inés de Ramón se dio a conocer por su matrimonio con el actor Paul Wesley, del que se separó oficialmente en 2024. Su perfil discreto, alejado del foco mediático, parece haber sido un elemento clave en la evolución de su relación con Pitt.
Brad Pitt, por su parte, parece haber alcanzado un punto de inflexión en su vida. En una entrevista reciente, confesó estar tomando un "descanso autoinducido" y haber dejado atrás una etapa marcada por el consumo de alcohol, al que se enfrentó tras su separación de Jolie.
El actor también ha reformulado su carrera profesional. A sus 61 años, ha logrado el mayor éxito de taquilla de su trayectoria con "F1", una producción de Apple Studios dirigida por Joseph Kosinski, en la que interpreta a un piloto veterano de Fórmula 1 que regresa a las pistas.
En el plano legal, sin embargo, los conflictos con Angelina Jolie continúan. Ambos mantienen una disputa por el control de Miraval, la propiedad francesa en la que se casaron en 2014 y donde elaboran un vino de reconocido prestigio.
A pesar de esta turbulencia, su entorno afirma que Pitt se encuentra en una etapa de madurez emocional, centrado en su bienestar. Ha adoptado una rutina de ejercicio regular, mantiene una dieta equilibrada y cultiva aficiones como la escultura y la arquitectura.
La figura de Inés de Ramón parece desempeñar un papel crucial en esta nueva etapa. Tal como afirmó una fuente cercana a Elle, "ella ha sido una presencia calmada. Le da espacio cuando lo necesita y está ahí cuando él quiere compañía".
La discreción de Inés de Ramón, sumada a su independencia profesional y a su origen europeo, ha contribuido a estabilizar una relación que, sin necesidad de exhibición, ha superado ya los dos años de duración. Aunque por el momento no hay planes de matrimonio, según fuentes consultadas por TMZ, ambos se consideran parte central en la vida del otro.
Este nuevo equilibrio afectivo se proyecta también en la imagen pública de Brad Pitt, que ha pasado de ser el rostro de escándalos y rupturas a un referente de reinvención personal. Su historia con Inés de Ramón no sólo representa una nueva relación sentimental, sino también un relato de transformación que refleja una búsqueda genuina de sentido y estabilidad.
En un panorama hollywoodiense dominado por la sobreexposición, eligió no competir con titulares, sino reconstruirse en silencio. En ese contexto, el vínculo con De Ramón adquiere un valor simbólico: el de una nueva etapa construida sobre el respeto mutuo, la intimidad y el aprendizaje.