Marcelo Mengarelli, el argentino que se quedó en Honduras por amor y esperó horas para ver a Messi
Marcelo Mengarelli fue uno de los fanáticos que amaneció esperando a su ídolo en el hotel en San Pedro Sula, llevando consigo históricas imágenes
- 08 de febrero de 2025 a las 16:01

Autodenominándose como “El vecino de Messi”, Marcelo Mengarelli, un argentino radicado en Honduras, sobresalió este sábado en San Pedro Sula en el marco del partido Olimpia-Inter de Miami. Él, como muchos otros fanáticos, esperaba ver al astro jugar en tierras catrachas.

Marcelo Mengarelli llegó a Honduras hace aproximadamente 20 años y se quedó viviendo en el país centroamericano, específicamente en Pinalejo, Santa Bárbara.

Marcelo es empresario en Honduras, donde además construyó su familia junto a su esposa.

“Yo llegué a Honduras por amor, porque me casé con una catracha”, dijo sonriente ante la cámara de EL HERALDO.

Marcelo, como varios catrachos, llegó desde muy temprano este sábado a las afueras del Hotel Intercontinental de San Pedro Sula, lugar donde se hospedaría Lionel Messi previo a su partido contra el Olimpia.

Marcelo contó que vivió durante 30 años en su natal Rosario, Argentina, lugar donde también nació Leo Messi.

“Vamos, vamos, vamos, Messi; vamos, vamos, a ganar... Esta barra, quilombera, no te deja de alentar”, cantaba el fanático argentino previo al arribo de Messi a Honduras.

Con su actitud alegre contagiaba a varios de los fanáticos de Messi que se apostaron frente al hotel desde muy temprano y hasta se tomaba fotografías con ellos, como si los conociera desde hace mucho tiempo.

Y es que todos compartían una misma característica: el amor por Lionel Messi.

“Leo es un señor, aparte de ser el mejor jugador del mundo, es una gran persona, él se va a acercar a saludar a los hinchas”, dijo Marcelo con fe de ser saludado por su ídolo.

Mengarelli llevó consigo un rótulo en el que se leía: “Bienvenido a Honduras Leo, tus vecinos de Rosario”. En la pancarta se veían tres fotos, en una de las cuales salía una sobrina suya junto al 10 argentino.

Mientras esperaba la llegada de Messi y los demás jugadores del Inter de Miami, Marcelo cantó a todo pulmón y alentó a su equipo, poniendo ambiente entre los sampedranos.