Así es "el serrucho", el desafiante recorrido de la Vuelta EL HERALDO 2025
Con salida y meta en el Coliseum Nacional de Ingenieros, la ruta incluye cinco puestos de hidratación y puntos clave como Toncontín, Suyapa y la nueva Embajada de EE UU.
- Actualizado: 16 de noviembre de 2025 a las 07:52
Los ciclistas inician su travesía desde el Coliseum Nacional de Ingenieros, punto donde arranca una ruta exigente que combina velocidad, estrategia y resistencia. Así el recorrido que hacen los ciclistas, la ruta bautizada por los pedaleros como "el serrucho".
El primer tramo del anillo periférico de Tegucigalpa se impone como un calentamiento intenso, obligando a los competidores a marcar ritmo entre pendientes suaves y rectas veloces.
Al avanzar hacia la zona oriental del anillo, los deportistas enfrentan un relieve irregular conocido entre los ciclistas como “el serrucho”, un segmento que pone a prueba piernas y técnica.
Durante el recorrido, el carril izquierdo permanece destinado exclusivamente para los pedalistas, ofreciendo un espacio seguro y amplio para mantener la intensidad de la carrera.
Los competidores avanzan hacia las inmediaciones del aeropuerto Toncontín, uno de los puntos donde el calor y la topografía se combinan para elevar el nivel de exigencia.
El retorno a la altura de la nueva Embajada de los Estados Unidos marca un cambio de ritmo donde muchos ciclistas buscan acelerar o recuperar energía, según su estrategia.
En la zona cercana a la colonia San Miguel se encuentra el primer puesto de hidratación, fundamental para que los ciclistas mantengan el rendimiento ante el clima capitalino.
El puesto ubicado bajo el puente de la Basílica de Suyapa se convierte en un respiro clave para quienes empiezan a sentir los efectos del esfuerzo acumulado.
Frente a la colonia Víctor Ardón, voluntarios y personal de apoyo entregan agua y asistencia rápida, reforzando el espíritu solidario de la competencia.
La subida cercana a la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) es uno de los retos más temidos: una cuesta que obliga a sacar fuerza de donde parece no quedar.
El penúltimo puesto de hidratación, en la cuesta del desvío hacia el aeropuerto, recibe a los ciclistas justo antes de uno de los tramos más técnicos de todo el circuito.
El regreso al Coliseum Nacional de Ingenieros representa la última batalla mental: luego de 32 kilómetros de serrucho, en cada vuelta calor, sudor y emoción, los ciclistas encaran la meta con el corazón acelerado y el público alentando.