Cuatro años sin justicia por Keyla Martínez, enfermera asesinada en una celda policial
Este 7 de febrero se cumplen cuatro años de la muerte de Keyla Martínez. Tiempo en que el responsable de su muerte pagó una pena mínima, pero su familia clama por un segundo juicio. ¿Cómo avanzó el caso hasta ahora?
- 05 de febrero de 2025 a las 17:25

La noche del sábado 6 de febrero de 2021, Keyla viajaba dentro de un vehículo en compañía de un amigo, médico de profesión. Ella había decidido viajar hasta su lugar de origen para pasar un fin de semana en familia y con amigos

En ese entonces estaba el toque de queda por tiempos de pandemia, por lo que Keyla y su acompañante viajaban violentando la restricción, aunque según las mismas normas, el personal de salud tiene permitido circular debidamente identificado y por motivos laborales.

No obstante, como los jóvenes no regresaban de un turno, fueron requeridos por agentes de la Policía Nacional tras recibir una denuncia a eso de las 11 de la noche, presuntamente por escándalo en la vía pública en estado de ebriedad e incumplimiento al toque de queda.

Keyla y su amigo fueron llevados a la estación policial de ese sector y posteriormente colocados en celdas diferentes; esa noche Keyla fue asesinada. La joven enfermera, de 26 años, fue encontrada sin vida dentro de su celda, en la Unidad Departamental de Policía número 10 de La Esperanza, Intibucá.

La versión inmediata de la policía fue que la joven se quitó la vida con su suéter y se colgó en su celda, versión que la Secretaría de Seguridad avaló sin realizar una investigación previa y emitió dos comunicados afirmando que había sido suicidio.

La versión fue una cortina de humo para cubrir el crimen, pues la autopsia practicada en la morgue judicial del Ministerio Público, en Tegucigalpa, reveló que Keyla fue víctima de asfixia mecánica, lo que confirmaba que no se había suicidado, sino que había sido asesinada.

En abril de 2021, fue detenido Jarol Perdomo, el policía que presuntamente habría asesinado a Keyla. Después de interponer un recurso de apelación, la Corte de Apelaciones resolvió calificar el delito de femicidio agravado (pena de 25 a 30 años de cárcel).

Sin embargo, en agosto de 2021, la Corte de Apelaciones recategorizó el delito a homicidio simple, siendo esta una sentencia menor para el culpable de la muerte de Keyla, lo que permitió que Perdomo recuperara su libertad el 28 de febrero de 2024.

Perdomo pagaría una sentencia de cinco años de cárcel, inhabilitación por cuatro años, trabajo social y una multa por L 7,750 ($314) por el femicidio de la joven estudiante de enfermería.

Desde entonces, Norma Rodríguez, madre de Keyla, pide un segundo juicio, aunque reconoce que es algo imposible. “No creo que se repita el juicio, todo indica que no quieren juzgar a los demás involucrados. En marzo se cumplirá un año desde que presentamos los recursos y seguimos sin respuesta”, denunció.

Por su parte, el Cofadeh destacó que el caso de Keyla Martínez, “generó un alto grado de impunidad y tráfico de influencias en todo el proceso penal, al desmeritar los operadores de justicia, el delito de Femicidio Agravado”.

“Como familia nos sentimos decepcionados y defraudados con la injusticia hondureña, tristes por la muerte de nuestra querida Keyla que como muchas otras han quedado en la impunidad y sus verdugos están libres con carta blanca para seguir delinquiendo en el país”, lamentó la familia a través de un comunicado.