El Ballet de San Petersburgo trajo pasión y arte a Tegucigalpa con “Carmen” y otros clásicos
El Ballet de San Petersburgo presentó anoche en Tegucigalpa un espectáculo que combinó “Carmen” y otras joyas del repertorio clásico. Hoy repite su función a las 8:00 de la noche
- 05 de marzo de 2025 a las 00:00
La grandeza del ballet ruso se hizo presente en Tegucigalpa con la obra “Carmen” a cargo del Ballet Clásico de San Petersburgo, que ofreció una noche de arte, pasión y maestría en el Teatro Manuel Bonilla.
La función, programada para las 8:00 de la noche, reunió a 15 bailarines internacionales que dieron vida a un programa impecable.
La velada tuvo como acto central “Carmen”, una producción atemporal basada en la célebre ópera de Georges Bizet, acompañada por fragmentos de los ballets más icónicos de la historia, como “El lago de los cisnes”, “Don Quijote”, “La muerte del cisne” y Scheherazade.
La puesta en escena mantuvo al público en vilo durante todo el espectáculo, con las interpretaciones de la primera bailarina del Ballet Grigorovich, Maria Tomilova.
Además, Ivan Oskorbin, exintegrante del Ballet Mariinsky de San Petersburgo, dio vida al torero en la pieza central y brilló en otros números a lo largo de una jornada que se extendió por dos horas.
La dirección artística estuvo a cargo de Kirill Safin, una figura destacada en el mundo del ballet, con trayectoria en compañías de renombre como el Mariinsky y el Stanislavsky de Moscú. Su visión garantizó un espectáculo de alto nivel, donde cada detalle dejó en evidencia el refinamiento técnico y la intensidad expresiva del ballet ruso.
Inspirada en la versión original de Marius Petipa, esta adaptación de “Carmen” transportó al público a la Sevilla del siglo XIX, con una historia marcada por la pasión, el amor y el destino trágico.
La intensidad dramática de la obra se vio realzada por una coreografía enérgica y una puesta en escena cuya fusión entre música y danza creo una perfecta armonía.
Además de “Carmen”, el espectáculo incluyó un recorrido por algunos de los ballets más emblemáticos del repertorio clásico.
“El lago de los cisnes”, con la distintiva música de Chaikovski, desplegó su lirismo y técnica refinada, mientras que “Don Quijote”, acompañada de la partitura de Ludwig Minkus, inyectó dinamismo a la velada.
También se interpretaron “La muerte del cisne”, una pieza que exige una destreza interpretativa impecable, y Scheherazade, con su aura exótica y riqueza visual.
Los artistas también destacaron por sus vestuarios en tonos vibrantes, donde los detalles en pedrería y los efectos glitter acentuaron la estética de cada pieza.
El Ballet de San Petersburgo es una de las compañías más antiguas y prestigiosas del mundo. Con una tradición que se remonta al siglo XVIII, ha sido clave en la conservación y evolución del ballet clásico.
Sus bailarines han formado parte de los legendarios teatros Mariinsky de San Petersburgo y Bolshoi de Moscú, dos de las instituciones más influyentes en la historia de la danza.
En la última década, la compañía ha llevado su arte a más de 150 países, consolidándose como una de las agrupaciones itinerantes más importantes del mundo.
Esta función en Honduras marcó el inicio de la gira latinoamericana del Ballet de San Petersburgo, que continuará su recorrido por Guatemala, El Salvador, Brasil, Argentina, Chile y Colombia.
Para quienes aún no han tenido la oportunidad de presenciar este show del ballet clásico, la compañía ofrecerá una última presentación este 5 de marzo a las 8:00 de la noche en el Teatro Manuel Bonilla de la capital.