Tegucigalpa. Nadie se quiso salir de un momento esperado por generaciones. De un momento por el que la gente aguardó no horas, sino años...
De un título que ha costado un vía crucis de esfuerzos, de una peregrinación que estalló en júbilo, rimas, esfuerzo y un sinnúmero de sensaciones indescriptibles. Motagua mostró una unidad total, en un estadio que se pintó de azul de cabo a rabo, desde El Picacho hasta Toncontín y por todos los puntos cardinales del país.
Entonces llegó el seis veces campeón Júnior Izaguirre Puerto a levantar su primer centro como campeón, en un escenario lleno de fuego, luces, humo y papel picado. En un escenario donde los dioses envidiaron estar, en un escenario donde solo el color azul es permitido... We Are the Champions, te cantó desde arriba Freddie Mercury, al tiempo que el cielo capitalino se iluminó con pirotecnia. ¿Qué mejor regalo podés pedir, motagüense? Motagua te devolvió las sonrisas... Águilas, Ciclones y Mimados. Celebralo con todo, gritalo con fuerza, lucí tus colores con orgullo como cuando se dio la vuelta olímpica. Feliz Navidad azul...
