Trending

'Niña bruja'

Fue encontrada en un complejo de Albenga, Riviera italiana, por un equipo del Instituto Pontificio de Arqueología Cristiana del Vaticano.

10.10.2014

Italia

En una excavación arqueológica que se desarrolla en el norte de Italia, fueron desenterrados los restos de una niña de 13 años enterrada boca abajo —evidencia que indica que, a pesar de su corta edad, era rechazada por su comunidad y vista como un peligro incluso ya difunta.

Bautizada por los medios italianos como «la niña bruja», fue encontrada en un complejo de Albenga, Riviera italiana, por un equipo del Instituto Pontificio de Arqueología Cristiana del Vaticano. El sitio, un camposanto dedicado a San Calocero, fue construido entre el siglo 5 y 6 d.C. y abandonado en el año 1593.

El entierro prono aun tiene que ser datado por radiocarbono, aunque se especula con que la fecha sería cercana a los principios de la Edad Media.

«Estos sepulcros se explican como un acto de castigo. Lo que el difunto ha hecho no es aceptado por la comunidad en la que vivió», dijo Stefano Roascio, director de la excavación. Al igual que otros entierros anómalos, como aquellos donde se encuentran ladrillos en la boca del difunto, o bien los cuerpos se hallan clavados al suelo o decapitados y desmembrados; el sepultar a alguien boca abajo es un trato destinado a humillar al muerto e impedir que éste se levante de su tumba.

«En particular, el sepulcro boca abajo está enlazado a la creencia que el alma abandona el cuerpo a través de la boca. El enterrar el cuerpo con la cara hacia la tierra prevendría que alma impura aceche a los vivos», cuenta la arqueóloga Elena Dellú.

La niña se halla con las manos puestas sobre la pelvis y con las piernas en paralelo. Asimismo, no muestra signos de una muerte violenta, lo que descarta que haya sido enterrada viva. Sin embargo, los arqueólogos notaron una hiperostosis porótica en la calavera y las órbitas. Estas áreas de hueso esponjoso o poroso es el resultado de una anemia severa.

«Puede que haya sufrido de un desorden congénito de la sangre como talasemia o alguna condición hemorrágica. O más simple, pudo tener una dieta carente de hierro», detalló Dellú.

Con una altura de solo 1.50 m, la joven chica asustaba de alguna manera al pueblo —quizás su palidez, posibles hematomas y otros síntomas. No obstante, su sepulcro fue descubierto en una zona privilegiada frente a la Iglesia.