Tegucigalpa, Honduras
¡Esto es amordel bueno. Este hombre tiene muy alta estima a su abuela y decidió hacer una promesa en la que se jugaba lo que más aprecia de él: su barba.
Si su abuela llegaba a los 100 años se desprendería de ella y por fortuna, sus ojos lo han podido ver. Una maravillosa manera de incentivar la vida humana.