La noche del sábado anterior se convirtió en una horrenda pesadilla para doña María Maradiaga, vecina de la comunidad de La Mololoa.
Jamás se imaginó que el torrencial aguacero que caía sobre la ciudad acabaría con la sombra protectora que le proporcionaba su humilde vivienda.
Eran cerca de las 12:00 de la noche cuando ella oyó un estruendo que casi la deja paralizada, una de las paredes de su casa no soportó la presión de la lluvia y se derrumbó por completo. En cuestión de segundos reaccionó y se dirigió al cuarto donde su hija Lesly Araceli Maradiaga, de 14 años, dormía, para ponerla a salvo.
“Esto pasó a las 12:00 de la noche, la niña estaba dormida, la desperté y la halé y gracias a Dios nos salvamos y buscamos la ayuda de los vecinos”, declaró la afectada mientras observaba con tristeza cómo sus pocas pertenencias quedaron soterradas, entre estas su máquina de coser, su único sustento.
Regresa mal tiempo
El drama que vivió doña María Maradiaga junto a su hija Lesly, en la comunidad de La Mololoa, es uno de los daños que ocasionaron las lluvias en la capital. En respuesta, las autoridades edilicias y miembros del Comité de Emergencia Municipal (Codem) se hicieron presentes a la zona para evaluar los desastres y dar respuesta.
Asimismo, algunos sectores de esta comunidad están a punto de quedar incomunicados por el pésimo estado en que han quedado sus calles de tierra a consecuencia de los deslaves provocados por los aguaceros. Durante el fin de semana las condiciones de mal tiempo imperaron en la capital, por lo que la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) mantiene en alerta verde el departamento de Francisco Morazán y especialmente el Distrito Central.
Al respecto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha pronosticado 48 horas más de lluvias en la ciudad debido a la presencia de un fenómeno en la costa de la Mosquitia, que bien podría convertirse en tormenta tropical en las próximas 36 horas.
Julio Quiñónez, subgerente del Codem, manifestó que los derrumbes presentados se deben a la saturación de agua en el suelo. “Dos días de lluvias nos han dejado un acumulado de 69 milímetros y todavía el pronóstico nos dice que nos va a llover por 48 horas más, pues sabemos que octubre es el mes donde se presentan más lluvias intensas, que nos dejan la saturación de los suelos”, manifestó Quiñónez.
El llamado de alerta es para las zonas vulnerables que se ubican en las cercanías de la ribera del río Choluteca y las quebradas. En estos días que quedan de la temporada lluviosa, el Codem tiene a disposición 161 Comités de Emergencia Locales (Codeles) y se ha declarado en monitoreo permanente.
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Más daños
La vulnerabilidad ha quedado al descubierto en la capital. El viernes pasado las lluvias se cobraron la vida de una segunda víctima: Dailyn Adán Andino, de 17 años, quien murió aplastado por una roca en el sector 2 de la colonia 1 de Diciembre.
Se presentaron deslaves en la colonia La Soledad, donde al menos 10 viviendas y unas 12 familias resultaron afectadas. Dos de estas viviendas presentaron daños considerables. Hasta esta zona se trasladaron cuatro ambulancias de la Cruz Roja Hondureña, también personal de Copeco llegó al lugar.
Unas 30 personas quedaron albergadas en la iglesia Éxodo 14:14. A las 6:00 de la mañana de ayer se presentó un derrumbe en las faldas de el Picacho, que afectó varias calles del barrio Buenos Aires, entre estas El Progreso, del sendero San José de la Montaña.
En este sector, desde muy temprano cuadrillas de vecinos se ocuparon de limpiar la vía, pues amaneció plagada de rocas, piedras y tierra.