COMAYAGUA, HONDURAS.-Desperfectos mecánicos, oscuridad, carretera en construcción, error humano, hasta infortunio; no importa el factor que haya incidido, saber qué lo provocó no calmará el dolor de las familias que hoy lloran la muerte de sus seres queridos.
Nuevamente la carretera CA-5 volvió a ser escenario y testigo de una cruel historia que enlutó a varias familias hondureñas, derivado de un accidente de tránsito con múltiples participantes. Esta vez seis personas perdieron la vida y otra media docena resultaron heridas.
Iba para Puerto Cortés
Como tantas veces lo había hecho, Olvin Leonel Salgado Martínez alistó sus cosas y salió de su casa, para tomar otra vez la carretera hacia el norte del país, específicamente a la aduana marítima de Puerto Cortés.
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El joven de 27 años de edad debía entregar un cargamento de melaza, que cargó en un ingenio azucarero ubicado en el pintoresco municipio de Cantarranas, en Francisco Morazán. Junto a su tío Leonel Abelardo Martínez Rodríguez y su sobrino, un menor de 15 años de edad, partieron de la planta de la empresa productora de azúcar alrededor de las 5:00 de la tarde del domingo, su destino estaba a 375 kilómetros, casi a ocho horas de camino. Pasaron por la capital y siguieron su ruta por la carretera CA-5, todo parecía ir normal, un viaje de rutina más. Después de superar las casetas de peaje en Zambrano, la carretera se torna en una extensa pendiente para los que viajan de sur a norte, hasta llegar al valle de Comayagua.
El momento de la tragedia
Eran las 8:30 de la noche. El pesado vehículo cargado con miles de galones de melaza transitaba por el kilómetro 56, con el fuerte sonido de la bocina casi de manera permanente, en señal de que algo malo estaba pasando. En la oscuridad de la noche, los demás conductores no sabían distinguir qué era lo que el angustiado motorista les estaba alertando a los demás viajeros.
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La tragedia estaba a segundos de consumarse. A falta de unos metros para que finalizara el tramo a cuatro carriles, a la altura de la aldea Las Flores, en Villa de San Antonio, el tanque cisterna se convirtió en una máquina sin control, a merced de la inercia del pesado camión.
Algunos 200 metros había recorrido por el tramo de casi cinco kilómetros que está en reparación, entre Las Flores y Comayagua, cuando el tanque cisterna embistió violentamente a dos vehículos tipo camioneta. La colosal destrucción se hizo realidad en un instante. El tráiler cargado de melaza invadió el carril contrario colisionando directamente contra una camioneta marca Ford Escape y luego contra otra marca Toyota Rav 4, las cuales destruyó casi en su totalidad.
Conmoción en los pobladores
Los pobladores de Las Flores salieron alarmados de sus viviendas y el tráfico vehicular se detuvo totalmente en la zona del impacto.
Los cuerpos de socorro llegaron al cabo de unos minutos y luego de una minuciosa inspección pudieron constatar que cinco personas ya habían fallecido.
En la Ford Escape viajaban Nelson Ricardo González (conductor), sus hermanas Edith Vanessa Mejía González y Yeni Waldina Mejía González y la hija de Yeni, Javi Waldina Meléndez Mejía.
Los cuatro parientes murieron en el acto tras recibir el potente impacto del camión desenfrenado; su carro fue lanzado a un lado de la vía.
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Asimismo, en el carro Toyota Rav 4 venían a bordo Efraín Girón, su esposa Verónica Murillo, dos hijos de la pareja y una hermana de Verónica, identificada como Haydé Murillo; todos ellos fueron llevados a un centro médico privado en la ciudad de Comayagua. Entre tanto, Olvin Leonel murió en la cabina destrozada de la cisterna, su tío Leonel, quien aparentemente era el que que llevaba la rastra, expiró al ser ingresado al Hospital Santa Teresa, de Comayagua, mientras que el menor que los acompañaba está grave en el Hospital Escuela.
Las familias venían de pasear
Alexander Mejía, familiar de los fallecidos Mejía González, contó que “mis hermanos habían viajado anteayer (sábado) para Comayagua a visitar a mi hermano Gabriel, que está radicado en Comayagua”.
Gabriel Mejía es un subinspector de Policía asignado al Instituto Técnico Policial (ITP), con quien departieron el fin de semana, junto a sus padres.
El domingo la familia regresaba para la ciudad de El Paraíso, de donde eran oriundos. De igual manera, la familia Girón Murillo retornaba a la capital después de una corta estadía en el departamento de Lempira.
El subcomisario Albani Herrera, de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNTV), explicó que “hoy (lunes) se desplazó un equipo de técnicos y peritos para determinar la maniobra, si en realidad el vehículo (cisterna) tuvo un desperfecto mecánico en el sistema de frenos y poder tener un informe más claro”. Reiteró que “por los momentos manejamos esa hipótesis, hasta que no sea manejada por los técnicos, no podemos confirmarla y en sí la dinámica del accidente es que la rastra perdió el control, lo que habría provocado la colisión”.
