Editorial

¿La educación en picada?

Los resultados del examen aplicado a los maestros en el recién publicitado concurso para plazas docentes 2019 y las cifras de reprobación masiva en el sistema público de enseñanza, así lo indican: el sistema de educación en Honduras, no anda nada bien.

Este es, sin duda, el fruto de años de abandono del sistema educativo, de altos niveles de politización, de desinterés por mejorar sus presupuestos, de falta de equipos y materiales didácticos, de infraestructura en pésimo estado, de escaso y casi nulo acceso a las tecnologías

En fin, las causas son muchas más, pero no es momento de llorar sobre la leche derramada.

Este es más bien el momento de hacer un llamado de alerta a todos los sectores sociales y los responsables del sistema, a que reflexionen sobre lo que está sucediendo y asuman las responsabilidades que seguramente tienen, y luego, se sienten a definir los pasos a seguir en el corto, mediano y largo plazo para atender la problemática.

Porque lo único que está claro por ahora es que se tienen que tomar medidas para frenar la caída del sistema y que el país no puede permitirse continuar hacia adelante como que aquí nada ha pasado.

Esta es la razón por la cual la administración del Estado debe actuar con celeridad y responsabilidad, no se pueden quedar de brazos cruzados viendo como sus niños, sus jóvenes, sus ciudadanos, migran en masa en busca de las oportunidades que aquí no se generaron a otros países, sin importar los riesgos que ello representa.

Quienes toman decisiones e influyen en tomarlas, deben tener siempre presente que la educación es el pilar fundamental de la lucha contra las desigualdades en una sociedad, y la pobreza de sus habitantes.

Esperemos entonces que las malas noticias que han llegado desde este sector sean una oportunidad para el cambio y las oportunidades que demandan los niños y los jóvenes.