Editorial

Comayagua clama por más seguridad

a otrora tranquila ciudad de Comayagua, en la región central de Honduras, está actualmente siendo golpeada por una inusitada ola de violencia, que tiene alarmados a sus pobladores.

Los robos se ejecutan a plena luz del día, también los asaltos a los ciudadanos y los asesinatos.

Las últimas dos semanas han sido críticas.

La situación mantiene aterrorizada a la población. De enero a junio de este año se reportan 34 homicidios en el municipio de Comayagua, seguido de Siguatepeque con 14.

Las autoridades no se han quedado de brazos cruzados. Han intensificado los patrullajes y las saturaciones en zonas comerciales y residenciales, vías públicas y parques, en un intento por controlar la situación.

Se aplauden esos esfuerzos, pero es necesario que se haga más, y no solo en Comayagua, también en otras ciudades del país en las que los delincuentes ejecutan sus fechorías sin temor alguno, ya que las autoridades no están a varios metros a la redonda.

La Policía Nacional está obligada a redoblar esfuerzos y elaborar, si es que no lo tienen, un plan de acción para la prevención del delito, la seguridad ciudadana y sus bienes, y con ello devolver a la ciudadanía la paz y la tranquilidad que demandan para trabajar e impulsar con su trabajo el desarrollo de Honduras.

Sin duda que el trabajo que tienen por delante es arduo, pero tienen que intensificarlo. El país no puede darse el lujo de permitir que los delincuentes comunes, y junto a ellos la criminalidad organizada, sigan avanzando en detrimento de los más honestos.

Es fundamental que la fuerza policial actúe en el marco de las leyes y del respeto de los derechos humanos, algo que es fundamental para que la sociedad vuelva a confiar en su Policía Nacional.