Editorial

Reestructuración del sistema de salud

Si hay algo en lo que todos los hondureños debemos estar bien claros es que el Hospital Escuela Universitario (HEU) ya cumplió su vida útil, y su capacidad se ve a diario rebasada por la cantidad de pacientes que llegan a él en busca de aliviar sus males de salud.

También es claro que las administraciones del centro asistencial no han hecho -cada una en su tiempo- lo que debieron hacer y han dejado que el mismo se deteriore día con día. Todo lo que sucede en este centro hospitalario es reflejo fiel del obsoleto sistema de salud hondureño, y de la desidia y el desinterés de las autoridades por atender sus necesidades, lo que al final del camino lo ha convertido en una de las principales fuentes de corrupción del país.

Ya a nadie sorprenden las denuncias de que no hay presupuestos para compra de medicamentos, que los medicamentos que se compran están vencidos, que los ascensores no sirven desde hace años, que las calderas están malas, que los quirófanos no son desinfectados adecuadamente y que los pacientes son atendidos en el piso por falta de camas, solo para citar algunas anomalías, sin obviar el mal trato de que son objeto los pacientes por parte de algún personal médico, de enfermería y de seguridad que allí labora.

Todas estas son situaciones que no deben seguir permitiéndose, y sea quien sea el presidente de la República, debe poner mano para reorientar la administración del HEU y de todo el sistema de salud.

Se necesita urgentemente una reestructuración organizacional y física del sistema hospitalario a nivel nacional. Políticas que garanticen la continuidad de la misma no importando el partido político que asuma el poder. Basta ya de seguir colocando en los puestos claves a los activistas de los partidos políticos que llegan al poder.

Se necesita que personal técnico asuma las riendas del sistema para garantizar servicio de calidad a los usuarios, que, de más está decirlo, son los más pobres del país, los que no tienen más opción que ir en busca de asistencia médica a los centros hospitalarios públicos.