Columnistas

Urgen los relevos generacionales

Es increíble cómo cambian las cosas de un momento a otro, máxime en países como los nuestros donde se aprecian de manera constante noticias de muertes violentas, migración, protestas, actos de corrupción, crimen organizado, pobreza, en fin, un deterioro completo a la paz y tranquilidad de los hondureños, donde en el ambiente es perceptible un descontento generalizado hacia la clase política, sin importar el partido que sea. ¿Y cómo no? Si es apreciable la desigualdad social que impera en Honduras, el discurso político vacío, cargado únicamente de sesgos ideológicos mal fundamentados y pésimamente aplicados, y es que la política es un premio donde quien se lleva los trofeos y reconocimientos son los políticos y no el pueblo hondureño.

Ahora vemos nuevamente las mismas caras de siempre buscando ser una opción para solucionar nuestros problemas, saludan a las personas, escuchan los problemas. Los de la oposición (que ya gobernaron) ahora sí saben cómo manejar algunos asuntos, y los del oficialismo dicen que el proyecto de cambio y refundación debe continuar.

¿Cómo vamos a cambiar esto?

Es imperativo que los jóvenes que se han preparado, que conocen los problemas de Honduras y saben cómo poder abordarlos, salgan de las redes sociales y den un paso al frente, que se generen nuevos partidos políticos (si corresponde), que se sumen a los partidos políticos convencionales, pero que se lleve a cabo un relevo generacional.

Los partidos políticos como instituciones de derecho público de carácter permanente no son responsables del actuar de sus cúpulas o autoridades, lo correcto es no satanizar a los partidos en general sino a quienes arruinan su imagen, por ello, es necesario que se vayan sumando nuevos rostros para generar los cambios a lo interno y luego en el país. Hay que alimentar el debate crítico pero constructivo. El tener la misma familia o las mismas personas figurando de manera constante es un desgaste para los partidos y para el pueblo hondureño. Es momento de dar opciones a la población y que podamos decidir si queremos más de lo mismo o un cambio radical en la forma de gobernar en Honduras.