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¿Satanizamos la política o a los políticos?

Este es un tema muy importante de abordar, vemos muchas personas trabajadoras, honestas, con buena voluntad de hacer las cosas bien, pero, simplemente, no les interesa la política, porque piensan que al entrar a ese mundo arruinarán lo que han construido en mucho tiempo, porque la percepción colectiva hacia el político convencional es asociarlo con la mentira, el latrocinio, y en Honduras hasta con el narcotráfico.

Conozco muchos jóvenes, que se han preparado muy bien profesionalmente, que conocen los problemas estructurales de Honduras, pero no quieren involucrarse en temas partidarios, por el hecho que, quieren conservar esa imagen o perfil profesional que han construido en muchos años, y es que, vemos algunos políticos sin formación, sin voluntad de apoyar las causas justas, el único mérito profesional y laboral que tienen es militar para un partido político y eso ha pasado y sigue pasando factura a Honduras, la administración pública no es un juego, es un tema complejo, y los temas complejos requieren soluciones complejas de corta, mediana y larga implementación para solventarlos, pero cada gobierno trabaja muy bien algunos temas pero se descuidan otros, y el daño se vuelve multisectorial.

¿Y quién recibe estos embates? Por supuesto, el pueblo hondureño, si usted es zapatero, debe asegurarse en dejar muy limpios los zapatos de sus clientes para que puedan volver a usted y recomendarlo con otras personas, no le va a dar la excusa que el zapatero anterior le ensucio su cepillo y por eso usted no está dejando muy limpios los zapatos, su deber es cumplir su trabajo, así como un delantero jugador de fútbol meter goles, el de un portero evitar que hayan goles, el trabajo de servidor público es garantizar el buen y sano ejercicio de la administración pública en nombre y representación del Estado, pero es algo que nuestra clase política no se da cuenta, cuando son gobiernos gobiernan para toda la población, cuando se es gobierno se dan soluciones, no excusas, y para lograr eso hay que inmiscuir la gente idónea dentro de la función pública, este es un buen primer paso para limpiar la imagen de la política hondureña.