Columnistas

Nos robaron la esperanza

Cuando veo un niño, una niña una mujer vieja, un hombre viejo deambulando por la calle, arrastrando sus pies, pidiendo, drogándose, la esperanza de éstos se ha ido, ha volado.
Cuando mis compatriotas se alejan del campo, se van a horizontes desconocidos es porque la esperanza emigró con ellos.
Cuando los maestros siguen solicitando más escuela, más aulas, más maestros, que el pan del saber se dé como pan salido del horno a todos los analfabetos es porque la esperanza se borró del pizarrón.
Cuando vamos a los hospitales es porque estamos con enfermedades muchas veces crónicas otras menos severas y deseamos que nos atiendan para saber a lo que nos enfrentamos, encontramos enfermeras y doctores disimulados con vista cansadas, con almas de hierro cauterizadas por tanto dolor que ven y se enajenan y se vuelven piedras deshumanizadas, es porque los medicamentos se hicieron de harina y no hay ni siquiera un calmante, la esperanza se deshumanizó y solo corazones de piedra te esperan con su batas blancas y estetoscopios alrededor del cuello como serpientes.
Cuando pensamos que construyendo dos nuevas instituciones para dejar atrás los procesos electorales amañados y llenos de corrupción donde los partidos pequeños conspiran con los tamagases de la política y que se han enquistados como amebas en el hígado y que nos salgan conque la dedocracia se impone nuevamente, es porque la esperanza fue falsificada como un voto dado por un muerto y que dio el triunfo.
Cuando la impunidad sigue campeando porque los políticos mañosos que merecen las ergástulas legislan códigos penales que les favorecen porque saben que tarde o temprano sus cagadales saldrán a luz y sus heces las querrán enterrar, así como lo hace el gato, más éste por dignidad, limpieza y culto, los otros porque son personas que sus principios morales valen un puñado de billetes robados, la esperanza se encarceló tras los barrotes de la impunidad.
Cuando partidos salidos de ciertas componendas política que destruyeron y polarizan a la nación, a cada hermano hondureño, se pasean campantes porque no son encarcelados porque en su gobierno hasta Incitatus tenía salario y se hartaron el billete de la condonación y la estrategia de la reducción de la pobreza se evaporó en comitivas al lejano oriente y banquetes y las carretillas salían en procesiones debidamente premiadas, la esperanza fue robada también y la metieron en una cuarta urna.
Cuando la depredación de nuestras reservas biológicas se consume sea por el pasto de llamas, por el tronche de árboles para hacer ganadería, cuando nos ufanamos que antes éramos un país de vocación agroforestal y que creció más el agro porque se descombraron por millares las hectáreas y los bosques sufrieron la mano criminal la esperanza se alejó como potro alazán.
La esperanza se aleja cuando la mora hospitalaria se acrecienta y el paciente se va a su casa a pasar sus últimos momentos porque una simple operación le fue negada y las casas fúnebres se alegraron por el nuevo cliente.
Cuando los médicos que te van a intervenir te mandan con receta sellada a cierta droguería o casa comercial y que no acepta otro equipo de la competencia es porque la esperanza se monopolizó y se volvió corrupta por el diezmo que darán al remitir otro cliente más.
Cuando la banca no te da créditos porque tus tierras no tienen regadíos por su ubicación y que estamos de la mano de Dios para que san Isidro Labrador ponga el agua y quite el sol, no eres legible, aunque el Estado haya gastado doscientos millones en hacer unas charcas para regadíos y no hubo ni motores impulsadores del agua ni tubería para diseminar el agua a cada planta sembrada es porque la esperanza se evaporó por el sol de la promesa incumplida y por la corrupción que hace hoyos.
Cuando la esperanza vuela a otros países donde sus gobernantes sufren por el pobre, que experimentan el dolor de ver a sus hermanos enfermos, analfabetas, que duele profundo y buscan los medios y ponen a disposición el erario para hacer el desarrollo para que el país crezca y lleve el bienestar a cada uno de sus hijo, la caja de Pandora se utiliza de la mejor manera porque dentro de ella solo quedó la esperanza que es y debería ser lo último que se pierde pero aquí en nuestra tierra se la robaron.