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La PAE: una mala noticia

Mi hermano, médico, me hizo llegar el decreto del diario oficial La Gaceta del pasado 8 de marzo con el que la presidente Xiomara Castro establece que se “elimine la actual prohibición de la distribución de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE) y para que tome las medidas necesarias para asegurar su libre accesibilidad, disponibilidad y asequibilidad para todas las mujeres, adolescentes y niñas que la requieran en situaciones de emergencia”.

Me llama la atención la liberalidad con que se establece que “todas la mujeres, adolescentes y niñas” tengan acceso a un fármaco como el levonorgestrel sin la supervisión ni prescripción de una receta médica. No soy médico, la presidente Castro tampoco. Tal vez el Dr. Manuel Matheu calibre mejor una medida que, a mi parecer, ningún médico sensato hace: dejar a criterio del paciente la ingesta de un medicamento cuyos efectos dependen en gran medida del momento, las circunstancias y la condición médica del usuario. El decreto no menciona, por ejemplo: “Algunos efectos secundarios pueden ser graves. Si presenta este síntoma, llame a su médico de inmediato: dolor intenso en la parte baja del abdomen”.

En principio las “situaciones de emergencia” se refieren a la mujer. Sin embargo, también habría que pensar que la PAE “sin supervisión médica” podría ser un arma más para que violadores o “pervertidos sexuales” continúen en su maléfica labor de manipulación y explotación de las mujeres menos instruidas y más indefensas.La OMS y recientemente la FDA de Estados Unidos dicen que la Píldora Anticonceptiva de Emergencia no es abortiva. Estas mismas instituciones mencionan que carecen de estudios serios precisamente porque al liberalizar el consumo pierden el control de lo que sucede con “todas las mujeres, adolescentes y niñas” a quienes se les brinda el acceso a este fármaco.

En España en donde la PAE se vende sin receta médica en las farmacias desde el 2009 su consumo ha crecido un 83%. La “contracepción de emergencia” se convirtió para muchas en un anticonceptivo de uso habitual; precisamente una de las contraindicaciones que menciona la literatura médica que lo define como “un método de uso ocasional”, y “por ello es bueno controlar que no se usa de forma masiva”. Para el caso, la ficha técnica del Postinor 1500 menciona: “No está recomendado para su empleo en niñas. Los datos disponibles en mujeres menores de 16 años son muy limitados”.

Pareciera que tanto a la presidenta Castro como al Dr. Matheu les faltó informarse mejor, de forma prudente y responsable, sobre las consecuencias de la firma de este decreto. Basta con buscar en internet para ver que el debate serio sobre sí la PAE es abortiva o no no está cerrado. Que este medicamento se comporte como anticonceptivo o abortivo depende del uso, la dosis y el momento en que se ingiere.

Las tan ansiadas libertad y equidad de género no están en un fármaco. Bastaría tener un poco de más amplitud y rigurosidad para darse cuenta de que en este tema tanto la OMS como la FDA tristemente no son los mejores consejeros. Los resultados y gravísimos problemas de los países abanderados de la “salud reproductiva” hablan por sí solos.

Presidenta Castro, Dr. Matheu. Les tengo la mala noticia de que no existe atajo para el uso responsable y prudente del día anterior: en este caso fomentar los valores familiares, el recurso a la educación sexual que promueva la fidelidad y la abstinencia se muestran como la mejor defensa de la salud y dignidad de las hondureñas.