Según una publicación en lengua inglesa, “el Índice Big Mac fue inventado por The Economist en 1986 como una guía alegre para saber si las monedas están en su nivel “correcto”. Se basa en la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), la idea de que, a largo plazo, los tipos de cambio deberían moverse hacia el tipo que igualaría los precios de una cesta idéntica de bienes y servicios (en este caso, una hamburguesa) en dos países cualesquiera” (The Economist, The Big Mac Index, 21/07/2022).
El escrito aludido agrega que: “Burgernomics nunca tuvo la intención de ser un indicador preciso de la desalineación de la moneda, sino simplemente una herramienta para hacer que la teoría del tipo de cambio sea más digerible. Sin embargo, el Índice Big Mac se ha convertido en un estándar mundial, incluido en varios libros de texto de economía y objeto de decenas de estudios académicos” (Ídem).
Las mayores devaluaciones (depreciaciones) en Latinoamérica según el Índice Big Mac se registran en: Venezuela (-65.8%), Guatemala (-34.7%), México (-33.4%), Colombia (-32.4%), Perú (-30.7%), Honduras (-29.8%), Chile (-28.9%), Nicaragua (-24.8%), Costa Rica (-24.1%), Brasil (-17.5%) y Argentina (-11.3%). Por el contrario, las únicas dos monedas del continente americano que están sobrevaluadas (apreciadas) son las de Uruguay (18.1%) y de Canadá (2.0%), acompañadas de otras a nivel mundial como las de Suecia (30.3%), Noruega (21.6%) y Suiza (8.5%).
Me llama poderosamente la atención que el Índice Big Mac muestre a Honduras con una devaluación superior o cercana a la de Argentina, Chile y Colombia, ya que oficialmente las monedas de esos tres países se han depreciado en 18.7%, 12.3% y 6.3% respectivamente, al tiempo que la inflación en junio en dichas naciones ascendió a 64.0%, 12.5% y 9.67% en el correspondiente orden, lo cual contrasta marcadamente con la devaluación interanual del 2.3% y la inflación del 10.22% experimentada a tal mes en nuestro país.
¿Cómo explicar estas diferencias? Posiblemente obedezcan por una parte al grado de inflación y devaluación existente en cada economía, y por otra, a la situación prevaleciente en el mes/año base en el cual inician los precios de la PPA.
De acuerdo con un artículo de prensa sudamericano, “el Índice Big Mac compara lo que vale esta hamburguesa en Estados Unidos frente a lo que vale en el resto del mundo. El precio “base” son 5.15 dólares, a partir de allí se toma la tarifa en cada nación”.
De esta forma, en un sitio de estadísticas aparece que al mes de enero del 2022, una Big Mac tenía un costo de US$ 4.29 en Argentina, US$ 4.12 en Costa Rica, US$ 3.88 en Chile, US$ 3.78 en Nicaragua, US$ 3.53 en Honduras, US$ 3.38 en Guatemala y US$ 3.29 en Colombia (es.statista.com, 13/05/2022).
Como todos los valores son inferiores al US$ 5.15 que sirve de base al Índice Big Mac, se puede inferir que en esos países la hamburguesa referida es mucho más barata debido a que sus monedas se han devaluado en mayor o menor grado.