Columnistas

Honduras, una difícil decisión

Como lo mencioné hace unas semanas atrás, soy oriundo del departamento de Colón y me ha tocado ver cómo muchas personas, familiares, amigos y paisanos se nos han ido hacia los Estados Unidos buscando mejores condiciones de vida. Recientemente leí el informe del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), en el cual mencionan que el 93.1% de las personas encuestadas para este estudio afirma que la corrupción influye en la determinación de migrar, se menciona este flagelo como el principal problema de los hondureños, aunado a ello, añade el alto costo de la vida, desconfianza en la institucionalidad y el bajo nivel educativo.

En consonancia, a lo que siempre escribimos en este espacio, debemos entender y dimensionar la corrupción como el principal de los males de Honduras, este mismo estudio del Fosdeh resalta que más del 50% de los encuestados califican la situación económica nacional como mala, así mismo, para la Cámara de Comercio e Industria de Cortes (CCIC) existe un alto estancamiento económico, también, destacan que para 2023 con base en datos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) solo ha habido 1,500 nuevos empleos generados. Como sabemos, sin inversión, no hay empleo, sin empleo no hay dinero y sin dinero no hay esperanzas, y sin esperanzas, no queda más que tomar la decisión de abandonar nuestra patria. Recientemente, en un espacio coordinado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Abogados sin Fronteras Canadá y la Universidad José Cecilio del Valle se facilitó la ponencia de corrupción y derechos humanos, donde el doctor Claudio Nash menciona que debemos comenzar a darle la calidad de víctimas a las personas que sufren los embates de la corrupción, dando los nombres y las caras de las víctimas de este mal, pero resalta que este no es un trabajo que se lo podemos dejar al Estado, a pesar de su condición de garante, este es un trabajo que debemos exigir como sociedad acompañados por los medios de comunicación, la cooperación internacional, donde se debe abordar la corrupción relacionada con la violación de los derechos humanos de una manera técnica y profesional.

Dejar Honduras es una decisión difícil, pero a la vez fácil, difícil porque no querés dejar tu familia, tus amigos, el lugar que te vio crecer, pero es fácil si no tenés empleo, si sabés que en otro país vas a mejorar tu vida y la de tus seres queridos. Pero, lo cierto es que somos un país pobre, donde la mayoría vive en pobreza y ver a los políticos pelearse por quien va a ir a la toma de posesión de Argentina o discutir la cantidad real de gente que fue a Dubái en lugar de atender estos problemas, nos da a entender que somos nosotros como pueblo que debemos tomar las riendas y exigir en nombre de los que se han ido, se están yendo y los que están próximos a irse de Honduras.