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Guatemala enseña hacer oposición con esperanza

El pasado 20 de agosto tuve la oportunidad de ser observador electoral en la segunda vuelta de las elecciones generales de Guatemala. Al finalizar la jornada electoral, me dirigí a la Plaza del Obelisco de la ciudad capital, donde centenares de personas se volcaron a celebrar. Después me colé en una fiesta donde conversé con simpatizantes y personal de la campaña de Bernardo Arévalo. A continuación, comparto mis impresiones sobre Semilla como movimiento de oposición para que puedan compararlas con el reciente Bloque de Oposición Ciudadana (BOC) que ha surgido en Honduras y evaluar si está tomando un buen rumbo.

Una de las mayores sorpresas y lecciones que nos ha brindado la democracia popular en este 2023 ha sido la victoria del Movimiento Semilla. De manera silenciosa, pasó desapercibido en las encuestas. Su inesperado segundo lugar en la primera vuelta todavía carece de explicación. Un dato revelador proviene de una reciente encuesta, donde se reveló que el 43% de los votantes tomó su decisión una semana antes de las elecciones y un 21% en la cabina electoral.

El Movimiento Semilla surgió en 2017 como una agrupación de ciudadanos urbanos (jóvenes profesionales, oenegistas, intelectuales y académicos) que reconocen que la única vía es la contienda electoral. Su origen está fuertemente vinculado a la salida de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), lo que les brindó la oportunidad de tomar la estafeta anticorrupción. Curiosamente, ahora que han ganado, Semilla no aboga por el regreso de la CICIG. Un diputado electo me comentó que el populismo penal dañó gravemente al país y que, en cambio, apuestan por instituciones fortalecidas para prevenir y detectar la corrupción.

El Movimiento Semilla nace desde abajo, es orgánico, no provino de cabezas partidarias. Esto hace que sus miembros se sientan parte activa del movimiento y no simples seguidores. Esta autenticidad contribuyó a activar el voluntariado, a viralizar campañas en TikTok y a movilizar donaciones a través de la plataforma GoFundMe. Otra característica es su conexión con la juventud, quienes desempeñan roles importantes dentro de la estructura política y en la toma de decisiones. Los líderes políticos jóvenes no están manchados por la corrupción, lo que genera confianza, motiva a la juventud a participar y no sufren de cuestionamientos a su integridad por sus adversarios políticos. Finalmente, está Bernardo Arévalo, o “Tío Bernie”, como lo llaman cariñosamente los patojos (niños), quien no busca protagonismo y carece de altibajos emocionales; simplemente es coherente y no necesita captar la atención mediante polémicas, bailes o polarización.

Honduras necesita de una oposición beligerante, pero cuidado en caer en más de lo mismo. Además de controlar al poder dominante y respetar las reglas democráticas, una oposición debe ofrecer nuevas alternativas y producir esperanza.