Columnistas

Dos emancipaciones

Ambas, la de 1821 y la de 1823, deben ser explicadas teniendo en cuenta los antecedentes, de diverso tipo, que las colocan en perspectiva histórica.

La primera fue precedida por acontecimientos trascendentales: las reformas borbónicas de la segunda mitad del XVIII que pretendieron maximizar los ingresos reales a expensas de las colonias americanas, generando tensiones adicionales entre España y los súbditos criollos; la renovación intelectual de la Universidad de San Carlos de Borromeo, renovando programas de estudios con énfasis en el estudio de las ciencias y la experimentación, bajo el impulso de Fray José Liendo y Goicochea; su alumno más brillante: José del Valle, quien asimiló los principios del Enciclopedismo y Liberalismo; la severa crisis económica que afectó al Reino de Guatemala a partir de 1801; invasión francesa a España (1808), destitución del rey Carlos IV reemplazado por José Bonaparte, no reconocido por las colonias. El pueblo hispano inicia su guerra de independencia mediante la guerrilla urbana y rural; inicio de la independencia mexicana, de raíz indígena y mestiza, al frente de los sacerdotes Hidalgo y Morelos (1810); alzamientos en San Salvador y León, reprimidos (1811); Cortes de Cádiz emiten la constitución liberal en la metrópoli (1812), en cuya Constituyente participaron diputados centroamericanos, incluyendo al hondureño José F. Morejón; alzamiento en Tegucigalpa, suprimido (1812), logrando su separación administrativa de Comayagua; Fernando VII restaurado en el trono, suprime la Constitución gaditana que establecía la monarquía constitucional (1814); segundo alzamiento salvadoreño, derrotado (1814); restaurada la constitución gaditana, temporalmente (1820); fundación de El Amigo de la Patria, por Valle y El Editor Constitucional, por Molina (1820), divulgando pensamiento ilustrado-liberal.

Plan de Iguala proclama la independencia de la Nueva España, por el criollo Iturbide (1821). La proclamación de la independencia, el 15 de septiembre, por funcionarios españoles y dirigentes criollos, evidencia un acto unilateral por Guatemala, intentando consolidar su hegemonía a expensas de las provincias. Comayagua desconoce tal acontecimiento, adhiriéndose a México; Tegucigalpa sí reconoce a Guatemala. Su élite, favorecedora del centralismo, se adhiere al Imperio Mexicano (1822). Tal decisión es interpretada por Aldo Díaz Lacayo como el “primer autogolpe de Estado centroamericano”. El vacío de poder dejado por España es temporalmente ocupado por México.

El 12 de abril de 1823, el diputado Valle declara en el Congreso Constituyente mexicano: “La unión de Guatemala con México es nula porque lo es todo aquello que no se pronuncia por la única autoridad que puede pronunciarlo: es nulo porque no hubo el grado necesario de libertad... Pido: que Vuestra Soberanía se sirva declarar que las tropas de México... deben retirarse inmediatamente de todo el territorio de Guatemala”.

Filísola derrota la rebelión salvadoreña que proclamó la independencia del México imperial (1823). Iturbide derrocado, Centroamérica proclama su segunda independencia (1 de julio de 1823), la “absoluta”, triunfando la versión republicana federal sobre la monárquica centralista. La Constitución Federal proclama el nacimiento de las Provincias Unidas del Centro de América (1824), convocando a elecciones presidenciales, triunfando por voto popular Valle y el Congreso lo despoja de la victoria, otorgándosela a Arce, el primer fraude electoral centroamericano, “origen de las desgracias de aquella época”, en palabras de Morazán.