Columnistas

Depuración de pura dejación

Depuración: eliminación de la suciedad. Exclusión de miembros considerados disidentes o corruptos. Purga política, castigo de un colectivo opuesto a quien ejerce el poder político. Dejación: abandono de las obligaciones, desistimiento, negligencia.

Siempre se habló de lo malo de la Policía Nacional, pero no ha sido depurada por pura dejación de quienes están obligados a garantizar que se cumpla su cometido para que el pueblo reciba el beneficio honesto del desempeño.

En Honduras, la Policía, el estamento público y privado practican con impunidad la corrupción que envicia y envilece. Las depuraciones debieron ser permanentes para no dejar que creciera y contaminara todo lo que toca. Faltan valores.

Por dejadez, cobardía y colusión callan, aceptan y disfrutan lo mal hecho y habido. EL HERALDO dio pormenores de la podredumbre policial acuartelada desde siempre. Ministros de Seguridad y Jefes policíacos dijeron desconocer todo. “Soy cristiano”, “Ni lo quiera Dios”. Blasfemos. Por la excelente investigación periodística sabemos que sabían. Mintieron. Otro delito. Deben tener listos matates y falacias para pedir clemencia y que les paguen prestaciones por sus agravantes servicios a la patria.

JOH ha sido, aunque le duela a los críticos cínicos, el único gobernante con valor para tomar decisiones e interviene sin demora a la cuestionada entidad con una comisión para depurarla. Los que ayer nombraron ministros y directores de seguridad y policía, ahora señalados, enmudecen. Corruptos y corruptores. Lobo confeso. Zelaya profeso.

Para esa reivindicación, recuperación y exigencia que el pueblo espera, JOH se propone limpiar la escoria, eliminándola por destitución y expulsión para adecentar y perfeccionar esa noble institución que los malos, pocos, pero poderosos, han desnaturalizando al extremo que ya no creemos y le tememos por ser nido y escuela de corrupción y crimen. Antiseguridad.

La Junta Interventora de tres miembros y el ministro de Seguridad harán “patria” según JOH, por el compromiso y riesgo asumido. Tengo especial admiración por la abogada Vilma Morales, pero, con todo respeto, pregunto, ¿es de su competencia el “tema” de “policías y ladrones”, para acendrar, depurar, acrisolar, perfeccionar esa pútrida institución? ¿Terminó su encomienda del IHSS? ¿El ingeniero industrial y el pastor conocen de semejante embrollo? No basta ser probo probado sino además conocido conocedor.

Honduras desea justicia, aunque tardía. El resultado de esa intervención debe ser pronta, completa y justa. Jamás pagar prestaciones a quien se le compruebe delito. Esos a la cárcel. Nunca destruir Casamata, es propiedad del Estado, no del Presidente. Hay tantas necesidades, hospital de Trauma, escuelas, bibliotecas, en fin.

Que Dios proteja e ilumine a los depuradores aun cuando dependan del secretario de Seguridad de demostrada negligencia, sin mando ni autoridad. ¿Tampoco sabía nada o calló por valentía? ¿No hay quien haga patria sin tanto culipandeo?

Debe depurarse el gabinete de tanto inútil atorrante que no cumple su obligación. Nunca en tantas crisis nacionales delicadas hemos tenido un final feliz. ¿Y los delincuentes del IHSS? Seguimos esperando. El ladrón y el matón a la cárcel. No jueguen escondite.

La corrupción y el crimen organizado desde la cúpula policial es de altísimo riesgo. No hablar mucho ni tantear, sino actuar. Por pura dejación no hubo depuración.