Columnistas

Al servicio de la humanidad

La noble profesión de ser periodista conlleva beber hiel o miel, es sentir en carne propia los desastres o las glorias a la que la madre naturaleza somete al ser humano y a la creación misma en sí. El registro diario del acontecer nos da a los que recibimos las noticias del avance o retroceso de la humanidad, escribir sobre la inmensa mayoría de la población de un país que se desgarra por la guerra intestina que han fomentado los deseos del poder y que acribillan a bala limpia a los que huyen que son aclamados como cobardes porque no participan de ésta e informar como las caravanas de seres humanos que paso a paso se deslizan en las sombras de la noche ignominiosa a la que son sometidos y llegar a otra nación donde se les considera forasteros, cargas inútiles de personas que van a robar la paz y el alimento de dicha nación porque la compasión humana no es de todos y tendrán que intervenir organizaciones internacionales para dar una mano de alivio a estos desamparados, nos enteramos de estos capítulos de la historia humana porque hombres y mujeres valientes arriesgan su vida para informar al mundo de los conflictos bélicos a los que somos sometidos como especie humana.

Fue Plinio el Joven el que fue redactando los sucesos de como el volcán Vesubio hacia erupción, escribiendo de los temores de los habitantes de las ciudades de Pompeya y Herculano y su narrativa ha servido para que ahora más de dos mil años sepamos como aquellos romanos perecieron en ese fatídico año 79 E.C, o escribir sobre la guerra de Secesión que llevaron a cabo los Estados Confederados y los Unionistas que se enfrascaron en una guerra salvaje y sin escrúpulos porque siendo hermanos de un mismo pueblo fueron más 750,000 los que perecieron para que la emancipación de los esclavos negros del país del Norte lograsen su libertad, todos los sucesos escritos y fotografiados fueron descritos por audaces periodistas que al fragor de las batallas estaban en la colina o entre matorrales observando los hechos escribiéndolos o tomando fotografías en daguerrotipos para luego correr o en montura llegar a la prensa donde se tiraban los ejemplares de los hechos, cuando las fotografías salían a luz y viendo los horrores de las personas mutiladas, las fosas comunes o los daños a las ciudades hicieron que éstos acontecimientos provocaron avalanchas de protestas y el aumento del ejercito de los norteños para después de cuatro años terminara la carnicería, aquél que había dado la emancipación fue abatido por un fanático sureño llevándolo en ese acto terrible a la inmortalidad entre los hombres.

Las noticias se deben de dar sin el sensacionalismo que el morbo amarillismo provoca entre la ciudadanía que escucha, ve, lee o le transmiten vía oral, el verdadero periodista debe fomentar en la ciudadanía el deseo de saber la verdad que muchas veces es cruel saberla, debe ser imparcial no mirando la posición social o el bolsillo de los que están involucrados en el hecho periodístico, debe ser honrado proveyendo noticias veraces, tener rigor en la búsqueda de la información fidedigna y verificable y evitar la falacia a costa de su trabajo. Los hay de muchas clases, aquellos pioneros que con pluma de ganso y tintero en mano redactaron lo hechos de la vida diaria o hechos relevantes que hoy se consideran historia porque jamás se podrá desmarcar la noticia con la historia porque van de la mano, aquellos que frente a las adversidades van con el agua hasta el cuello o el lodo entre sus botas y no es que sean inmortales porque cada vez que uno ve a un periodista transmitiendo desde el lugar de los hechos éste se podría convertir en víctima también.

Grandes periodistas ha tenido Honduras, aunque no lo ejerció en nuestro país, don José Cecilio del Valle es considerado el primer periodista hondureño al editar en Guatemala en la época independentista “El Amigo de la Patria”, recordar a Paulino Valladares considerado como “el príncipe del Periodismo”, Álvaro Contreras, Froylán Turcios, Manuel M. Calderón, estaba en radio Centro, Napoleón Mairena Tercero que al mediodía informaba con aquella voz que llegaba a través de las ondas hertzianas, recordar a don Vicente Machado Valle padre, a don Gustavo Acosta Mejía, Óscar A. Flores fundador de diario La Tribuna, Hermán Allan Padgett que con vibrante voz anunciaba su introducción “auditorio de la república, muy buenos días” , el valiente David Romero Ellner que estremecía a los delincuentes, Moisés de Jesús Ulloa Duarte, Antonio Mazariegos Velasco, Argentina Díaz Lozano, Mirta Torres de Mejía, Irma Santos y Magda Argentina Erazo, a don Nahúm Valladares, Renato Álvarez, Edgardo Melgar, la lista es grande.

Muchos periodistas llenan de orgullo a la nación, otros la llenan de miseria porque viven del chantaje que hacen a empresarios o político que cometen ilícitos, muchos son tarifados por los gobernantes de turno, otros están coludidos con el crimen organizado, mucho periodistas han sido sacrificados por defender la verdad, otros mueren en los campos de batalla, unos murieron porque descubrieron las cosas ilícitas de muchas mafias y muchos cadáveres jamás han sido encontrados, algunos se dedican a labores deportivas, otros a los sucesos sociales, culturales, en economía, científica o a la farándula.

El periodista debe estar en constante ilustración, informándose de los sucesos nacionales e internacionales, debe aprender otras lenguas para poder informar y orientar de mejor manera o buscar otros rumbos en naciones extranjeras, si el periodista es explotado en nuestro medio y no se da su lugar es porque ellos mismos tienen miedo de hacer la denuncia para que los dueños de los medios reciban el peso de la ley al transgredir las leyes laborales, siempre habrá un periodista que estará en el momento y lugar oportuno para informarnos de hechos que sacuden la conciencia del ser humano.

El “cuarto poder” está de plácemes, ojalá dirijan ese poder para convertir a Honduras en un oasis de paz, denunciando la injusticia, denunciando los desmanes de los gobernantes, denunciando los hechos ilícitos que hacen los funcionarios públicos, apoyando a los desvalidos y haciendo un camino de paz para todos los que nos informamos a través de la verdad dada por periodistas que, si llevan en su sangre dicha vocación, brindo por ti periodista leal y veraz, ¡salud!