Nos ha dejado un mal sabor de boca el saber que muchos ven esta crisis de sufrimiento como una oportunidad para lucrarse y llenar sus arcas, pensando que nunca serán descubiertos. Muchos de esos presupuestos que nunca encontraron su destino, con seguridad nos tocará a todos y cada uno de nosotros pagar cada centavo con el sudor de nuestra frente, pero ay de aquel que a costa de lágrimas de sangre, hambre y hasta luto, se dieron y se dan grandes vidas de millonarios, no pasará otra etapa de la ley de la vida sin pagar por lo cometido.
Sonará un poco exagerado, pero muchos de nosotros nos preguntamos ¿qué pasará después?
Ya estamos tomando algo de conciencia referente a que no volveremos a ser iguales y nuestro comportamiento será diferente, viviremos tomando las medidas por la seguridad individual y la de nuestras familias, siempre y cuando hallamos tomado la lección y el significado de lo acontecido.
Pero ¿qué de las personas que perdieron uno o hasta más de un ser querido por esta causa? Sin duda, su vida no será igual, deberán superar con el tiempo ese dolor, y crecerá nuevamente la esperanza en cada recuerdo de su ser amado y en la promesa eterna de volverlos a ver algún día, donde la muerte no será más.
Es importante estar conscientes que similares a estos acontecimientos vendrán muchos, pero como seres humanos vulnerables tenemos que apegarnos a las recomendaciones de nuestras autoridades que ojalá en el futuro sean empáticas y honestas para el bien de las masas.
Nuestro país es hermoso y, con la ayuda de nuestro padre Jehová Dios, saldremos adelante, donde cada uno de nosotros deberá depositar en él sus preocupaciones y cargas y con plena seguridad saldremos adelante.
Todo proyecto deberá ser consensuado para obtener la bendición y echarlo a andar.
Enhorabuena, un nuevo capítulo está por iniciar, debemos pedir la fortaleza y con mucho esfuerzo saldremos adelante.
