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Guatemala, ¿caso perdido?

El escritor, analista y experto en cuestiones de seguridad y Defensa, Óscar Platero, analiza la actualidad política de su país y los retos y desafíos que tendrá el nuevo gobierno que salga de las urnas el 25 de junio
08.05.2023

CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA.-El próximo 25 de junio este país centroamericano celebra unas elecciones cruciales en las que el próximo gobierno que salga de las urnas tendrá que hacer frente a enormes retos y desafíos, entre los que destacan la criminalidad creciente y la presencia de potentes carteles mexicanos de la droga. Sobre estas cuestiones hablamos con el analista Óscar Platero.

El escritor, analista y experto en cuestiones de seguridad y Defensa analiza en esta entrevista la actualidad política de su país y los retos y desafíos que tendrá el nuevo gobierno que salga de las urnas el 25 de junio.

Autor de más de una decena de libros y uno de los grandes expertos en el conflicto guatemalteco, Platero considera que la lucha contra el crimen organizado debe ser una de las prioridades fundamentales de la próxima administración de su país y considera que las recetas de su vecino Bukele, que han sido “exitosas” en su opinión, pueden funcionar también en Guatemala.

Ricardo Angoso: ¿Cuáles son los principales problemas de Guatemala?

Óscar Platero: Guatemala enfrenta un grave problema de criminalidad. El crimen organizado nos amenaza desde varias vertientes y tiene una dimensión transnacional y lo hace a través del tráfico de migrantes, de las pandillas, del sicariato, del narcotráfico...También tenemos los asesinatos selectivos y otras formas de delincuencia organizada que nos amenazan. La sociedad guatemalteca está bajo permanente amenaza. Por no hablar, de ese flagelo que significa para Guatemala la corrupción.

R.A.:¿Qué medidas concretas se tendrían que implementar en Guatemala para que mejorase la seguridad?

O.P.: Aquí en Centroamérica había un divorcio entre la seguridad interior y la defensa nacional del país y, sin embargo, nosotros creemos, y eso lo hemos plasmado en nuestro plan de gobierno, que debe haber una sinergia, una suerte de coordinación entre los ministerios que se ocupan de la defensa nacional y el del Interior, que aquí en Guatemala se llama de Gobernación. Ambos ministerios deben actuar en la misma dirección y coordinadamente en la lucha contra el crimen. de una forma planificada y coherente. Como parte de ese proceso de recuperación de la seguridad ciudadana para todo el país somos conscientes de que tenemos que reestructurar nuestro sistema penitenciario, que es igual de poco efectivo que en otros países de nuestra región. Tenemos un sistema penitenciario corrupto, con una estructura decadente y obsoleta, y que no sirve para los fines que demanda la sociedad y para los que fue creado. Es un sistema que ya no se utiliza en el primer mundo y que simplemente no funciona. Hacen falta nuevas instalaciones y estructuras penitenciarias, un sistema modular y satelital más moderno. Por otra parte, hay que insistir en que los nuevos miembros del servicio penitenciario deben tener una formación adecuada y una capacitación a la altura de las misiones que tendrán que desempeñar.

R.A.: ¿Cómo se puede enfrentar al flagelo del narcotráfico, qué instrumentos se deberían utilizar?

O.P.: Nosotros llevamos tres décadas padeciendo la presencia criminal de los carteles mexicanos de la droga que sustituyeron a los colombianos. Son carteles que se mutan, que pasan de unas drogas a otras, ahora trafican con el fentanilo, que es una nueva amenaza para la región y los Estados Unidos. La caída de Pablo Escobar y el final de los carteles de Cali y Medellín, que provocó que este tráfico se trasladara hacia el norte, hacia México, tuvo una gran influencia en nuestro país. En Guatemala se detecta una fuerte presencia del Cártel de Sinaloa y el de los Zetas, con una actividad muy fuerte en el pasado, más tarde derrotado por la acción coordinada de las fuerzas de seguridad de nuestro país y también de México.

Ahora tenemos la presencia del Cartel Calixto Nueva Generación, muy presente en el altiplano guatemalteco, y que incluso han llegado a atacar a fuerzas militares. Guatemala ha sido una suerte de bodega donde se almacenaban las drogas en su camino hacia el norte, hacia México concretamente, y después hacia los Estados Unidos. Pero en los últimos tiempos se ha incrementado mucho la actividad del narcotráfico en nuestro país, que incluso usa hasta sumergibles o submarinos para trasladar la droga, muchas veces procedentes de Colombia, y que es una forma de transporte cada vez más usual. También hay que señalar que ya se han encontrado narcolaboratorios en territorio guatemalteco y eso revela que la presencia y fuerza de esos carteles a los que me refería antes cada vez es mayor en el territorio guatemalteco. Luego cada vez se detecta una mayor presencia de los cultivos de amapola, de donde se extrae el opio en los laboratorios, y las cosechas de este cultivo siguen aumentando. El narcotráfico es cada vez una amenaza más transnacional que debe ser combatido de raíz, atacando a las cúpulas de estos grupos criminales, y con la ayuda de nuestros vecinos.

Guatemala, ¿excepción latinoamericana?

R.A.:¿Qué podría representar una Guatemala sin un gobierno de izquierdas, como ocurre en casi toda la región, y qué significado podría tener en Centroamérica?

O.P.: Yo creo que un papel muy importante porque estamos rodeados de regímenes muy perniciosos, como son los casos de Xiomara Castro en Honduras y Daniel Ortega en Nicaragua. El caso de Nicaragua es especialmente grave, pues se trata de una dictadura brutal que viola todos los derechos fundamentales y comete crímenes terribles. Ya carecen de ideología pero no debemos de olvidar que mantienen una relación muy estrecha con Rusia, China, Irán y otros enemigos de Occidente y sus valores. México, Colombia y Venezuela también están en esa órbita. Yo creo que para los Estados Unidos y para Europa, para todo el mundo occidental en general, sería una bocanada de aire fresco el hecho de que Guatemala no se uniera a esa tendencia continental. Creo que para la seguridad hemisférica, para los Estados Unidos, sería muy importante poder contar con una aliado como Guatemala con un gobierno fuerte y con las ideas claras.

R.A.: ¿No crees que América Latina en general se inclina más por la alianza entre Rusia y China, en esta nueva Guerra Fría que apenas comienza, que por el bando occidental?

O.P.: Es una amenaza real lo que dices. Yo creo que en la región se está dando un pulso y se debe a que Estados Unidos se enfocó más en Asia que en el continente americano. Estados Unidos ha descuidado en los últimos tiempos su vertiente latinoamericana, así al menos lo veo yo.

Esta región, con los ingentes recursos que dispone, en petróleo, oro y otros recursos minerales, está en el punto de mira de las potencias que se están disputando la hegemonía a nivel mundial. Y ese eje del que hablabas entre Rusia y China no oculta sus apetencias por esos recursos, mientras Estados Unidos parece en crisis y en retirada en la región.

El presidente Bukele

R.A.: Me gustaría conocer tu opinión personal sobre el presidente salvadoreño Bukele y si crees que sus políticas son aplicables en Guatemala.

O.P.: Nuestra candidata presidencial, Zury Ríos, ya ha dicho que va a aplicar lo mejor de lo que ha implementando Bukele en su país, también creo en este sentido que nos puede ser útil la experiencia colombiana durante el Plan Colombia del presidente Alvaro Uribe. Yo creo que debemos mirar experiencias exitosas en nuestra región, como la lucha contra las pandillas de Bukele, para sacar enseñanzas y aplicarlas en nuestros países. Estamos enfrentando delitos trasnacionales a los cuales hay que darles un tratamiento también trasnacional y con acciones conjuntas con otros países.

Yo creo, personalmente, que Bukele ha sido muy exitoso en la lucha contra las pandillas. La sanción y la represión del delito son dos conceptos fundamentales y esenciales en lo que es el conjunto de medidas que engloban lo que se denomina como seguridad ciudadana y en este caso creo que Bukele lo hizo bien, fortaleciendo las Fuerzas Armadas de su país y los cuerpos de seguridad; preocuparse porque tengan un mejor equipamiento y un mejor nivel de vida. O sea hubo una fase preparatoria que implicó ganarse la confianza de estas fuerzas. Bukele, además, cuenta con un gran apoyo popular porque la gente ha visto que se ha librado de la criminalidad y la extorsión, que llegaban hasta las clases más populares. Bukele lanzó un plan de recuperación territorial para sacar a las pandillas de la vida cotidiana salvadoreña y lo hizo muy objetivamente, con el apoyo de las fuerzas de seguridad. Y ahora vemos los resultados de esa política, con la bajada de la criminalidad y la inseguridad en este país hasta niveles insospechados desde hacía décadas. Así las cosas, Bukele cuenta con el apoyo de la sociedad sin que se visualice por ahora cuáles serán los siguientes pasos que dará. Lo cierto, y lo que quedará para la historia, es que Bukele ha sido exitoso en su lucha contra la criminalidad en El Salvador.