Juan Orlando Hernández, el primer presidente de Latinoamérica condenado por narcotráfico

El jurado decidió que el expresidente Juan Orlando Hernández es culpable de los tres cargos que le imputó la Fiscalía de Estados Unidos

vie 8 de marzo de 2024 a las 12:39

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Juan Orlando Hernández, quien alguna vez ostentó la presidencia de Honduras en dos mandatos consecutivos, se convirtió este viernes -8 de marzo- como el primer mandatario en ser encontrado culpable por cargos de narcotráfico.

Hernández, del Partido Nacional en sus más de 30 años de carrera política, asumió su primera diputación al Congreso Nacional en 1997 y a partir de ese momento tuvo un ascenso metódico, pasando de jefe de bancada de su partido hasta convertirse en presidente del Parlamento hondureño.

Su progreso no se quedó ahí, pues alcanzó el cargo más alto que la clase política aspira: la presidencia de la República, lográndolo en su primera postulación en el 2013.

El 27 de enero de 2014 marcó la cúspide para Hernández Alvarado, quien fue juramentado como presidente de la República de Honduras, marcando el inicio oficial de su mandato presidencial. Su lema, “Una vida mejor” llenó de esperanza a los hondureños, quienes esperaban en ese momento “mano dura” para la inseguridad y empleo.

Hernández parecía “una solución” para el país y con la extradición de 14 hondureños acusados de narcotráfico, creación de cárceles de máxima seguridad, bajar la tasa de homicidios, entre otros. Además apostó por el desarrollo de programas de asistencia social llamado “Vida Mejor”.

También destacó la integración de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH) se ganó la popularidad de un sector de los hondureños, al mismo tiempo, que los fuertes cuestionamientos por parte de los opositores de Honduras.

No conforme con su primer mandato, Hernández decide incursionar en una segunda elección, luego que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declarara con lugar un fallo a favor de un recurso de inaplicabilidad al artículo 239 de la Constitución, lo cual permitió su cuestionada reelección presidencial.

Si el hecho ya era histórico, más lo fue el 18 de diciembre de 2017 cuando en medio de una profunda crisis política y social en Honduras, alias JOH era declarado como presidente de la nación por segunda ocasión.

Primero de Latinoamérica

De las mieles del poder hasta el frío de una solitaria prisión, Juan Orlando Hernández será el segundo expresidente de Honduras y el cuarto de Centroamérica que cumplirá una pena de prisión en las cárceles de Estados Unidos.

Juan Orlando Hernández, después de ser el presidente de Honduras por ocho años, fue extraditado a Estados Unidos. En un megaoperativo que contó con un fuerte resguardo policial, fue entregado a agentes de la DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés) que desde la Base Aérea Hernán Acosta Mejía fue subido a un avión para ser entregado a las autoridades norteamericanas.

Tras 14 días de juicio, Hernández fue encontrado culpable por conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos, usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración para importar cocaína y la conspiración para usar y portar ametralladoras y dispositivos destructivos durante la conspiración de importación de cocaína.

El hito histórico en el proceso de Hernández, es que se convierte en el primero de Latinoamérica en ser condenado por cargos de narcotráfico.

Antes que Hernández, su homólogo Rafael Callejas Romero (1990-1994), fallecido en 2020, también enfrentó la justicia norteamericanas por actos de corrupción, pero no al frente de Honduras, sino de la Federación Nacional de Fútbol.

Estados Unidos solicitó su extradición y posteriormente le impuso una condena de 40 años de prisión domiciliaria por asociación para delinquir, falsificación y blanqueo de capitales. Callejas reconoció haber recibido sobornos en el escándalo conocido como ‘FIFA Gate’, que trató de casos de corrupción en la federación de fútbol mundial que se destapó en 2015. Producto de la leucemia, murió en 2020 de un paro cardiaco en su casa de Atlanta, Georgia.

Fuera de tierras hondureñas, otro caso fue el dictador de Panamá, Manuel Noriega (1983-1989), una de las figuras más importantes de la región en la década de los 80´s. A pesar que era considera como un “aliado” de Washington, esto no le valió ser derrocado del poder, con la característica que ese momento la violencia se hizo presente.

Noriega fue detenido tras la invasión de Estados Unidos, en la segunda que ejercía sobre Panamá, donde Noriega fue condenado a cuarenta años de prisión por sus vínculos con el cártel de Medellín del famoso narcotraficante, Pablo Escobar.

Después de veinte años entre rejas una prisión federal de Miami, fue extraditado a Francia donde fue condenado por delitos de lavado de activos en 2010. Un año después fue enviado a Panamá, en donde murió bajo arresto domiciliario en 2018.

El otro de esta lista es el guatemalteco Alfonso Portillo, presidente entre 2000 y 2004, quien en 2013 fue extraditado a Estados Unidos para responder ante las acusaciones que aseguraban que presuntamente había recibido unos 2.5 millones de dólares en sobornos por parte del gobierno de Taiwán a cambio de conservar las relaciones diplomáticas entre ambos países, sin embargo, dos años después regresó a Guatemala tras cumplir una condena de 70 meses.

El caso del expresidente Juan Orlando Hernández deja como imagen a Honduras la penetración total del narcotráfico en el poder y el abuso de poder para que grupos criminales operaran en el país, a cambio de sobornos y financiamientos de campañas.

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