El jurado tiene en sus manos la culpabilidad o inocencia de JOH

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- Llegó la hora cero. El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández comparecerá este martes en un histórico juicio en el que es señalado de conspirar para traficar drogas a Estados Unidos.

Hernández será trasladado desde la cárcel de Brooklyn hasta la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva, cuya distancia es de unos diez kilómetros, a bordo de un vehículo y bajo estrictas medidas de seguridad.

En seguida, será llevado a la Sala B del undécimo piso de la Corte, en la que se centrará la atención de los hondureños durante dos o tres semanas, tiempo estimado del juicio.

Para las afueras de la Corte, la Policía de Nueva York tiene planificado blindar y reforzar las medidas de seguridad porque se espera que arriben migrantes hondureños a protestar.

El primer paso durante la jornada de este martes será a elegir a los integrantes del jurado, que tendrán en sus manos la determinación de dictar un fallo de culpable o no culpable a Hernández.

“La selección del jurado hace que el acusado esté siempre presente”, confirmó ayer Raymond Colon, quien forma parte del equipo defensor del expresidente.

Durante el procedimiento, el juez, los fiscales y los abogados defensores realizarán preguntas a los posibles jurados para saber sus prejuicios y opiniones. El objetivo es descubrir, si hay algo en los antecedentes del jurado que pueda perjudicar su análisis del caso.

Una vez elegido el jurado, la justicia de Estados Unidos deberá juramentar a sus integrantes, quienes además se comprometerá a actuar de manera justa e imparcial, de acuerdo al Manual para la Elección del Jurado en Nueva York.

El juez Castel, explicará al jurado sus responsabilidades y algunos de los conceptos legales que se aplican al caso.

El Manuel explica, además, que “las explicaciones del juez se denominan instrucciones e incluyen requisitos para que los miembros del jurado: no lean ni escuchen noticias del juicio, no visiten la escena del presunto delito, no realicen ninguna investigación sobre cuestiones del caso, incluido el uso de Internet, y no discutan el caso con cualquier persona (incluidos otros miembros del jurado) hasta que se hayan presentado todas las pruebas y se retiren a deliberar”.

Le corresponderá a la Fiscalía anunciar los argumentos de apertura en virtud de que tiene el peso de la prueba de donde se desprendió la acusación contra el expresidente Hernández.

Los argumentos de apertura “es el mapa del juicio para que el jurado pueda seguir la evidencia”, sostuvo una fuente del Departamento de Justicia.

Para el juicio de Hernández, la Fiscalía tiene una batería de pruebas con las que pretende quebrantar su estado de inocencia.

Entre las pruebas figuran los testimonios de integrantes del Cartel de Sinaloa que operaron en Honduras y Guatemala, que revelarán como el expresidente, presuntamente, participó en la conspiración en la que puso a disposición del narcotráfico los recursos del Estado a cambio de millonarios sobornos.

Será escuchado, también, los testimonios de los narcotraficantes Victor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, Devis Leonel Rivera Maradiaga, cabecilla del cartel de los cachiros, el exalcalde de El Paraíso, Copán, Alexander “Chande” Ardón, Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo, el guatemalteco Fernando Chang Monroy, entre otros.

Asimismo, se presentará como evidencia un legajo de narcolibretas decomisadas al extinto narcotraficante Magdaleno Meza, en la que se revelan millonarios pagos en favor de Hernández.

Las intercepciones de llamadas telefónicas entre dos cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13), también forma parte de la prueba contra Hernández.

El testimonio de dos agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) será clave durante el juicio porque revelarán como inició la investigación contra el expresidente.

Ayer, en una carta pública, el expresidente Hernández aseguró nuevamente que es inocente y que lo que está viviendo es una “venganza y una conspiración por parte de grupos del crimen organizado y enemigos políticos”.

La misiva, que fue leída por su esposa, Ana García, a pocas horas del inicio del juicio, menciona parte de las acciones, como él mismo llamó, que realizó desde que era presidente del Congreso Nacional (2010-2014) y, posteriormente, desde el Poder Ejecutivo (2014-2022).

“Esta misma lucha y acciones son prueba contundente que contradice totalmente la teoría de las acusaciones formuladas contra mí en el Distrito Sur de Nueva York en lo que se me acusa de proteger y apoyar al narcotráfico”, dice el documento.

El exmandatario aseguró, nuevamente, que se trata de acusaciones falsas e injustas, construidas de forma novelesca con testimonios de narcotraficantes confesos que quieren vengarse de él.

Según Hernández, cuando dirigía al país impulsó un sistema de lucha contra el narcotráfico, incluyendo la reforma constitucional para la extradición, Ley de incautación de bienes de origen ilícito, ley contra el lavado de activos, la reforma policial, la Ley de protección a los espacios aéreos, la creación de la Policía Militar del Orden Público, la creación de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), y la Ley de Seguridad Poblacional.

“Todas estas acciones fueron producto de un trabajo conjunto y coordinado de operaciones y acuerdos de entendimiento, planes, que fueron conocidos al más alto nivel del Gobierno de los Estados Unidos, como ser el actual Presidente de Estados Unidos Joe Biden, antes Vicepresidente, los altos funcionarios del Departamento de Estado, Embajadores y funcionarios de USA en Honduras”, menciona la carta.

Asimismo, hizo un llamado a la reflexión aquellos que apoyaron la lucha contra el narcotráfico, incluidos funcionarios y agentes estadounidenses.

“Estoy más convencido que estas terribles acusaciones que hoy de manera injusta me tienen recluido en una cárcel en Estados Unidos, lejos de mi familia, mi patria, se originaron en una venganza de narcotraficantes que vieron sus imperios de terror destruidos con nuestras acciones”, repitió, al mencionar que si no hubiese r

Realizado estas acciones “yo no hubiera sido acusado ni extraditado”.“Con este manifiesto declaro que lucharé por esta verdad hasta las últimas consecuencias. Porque de por medio, no solo está mi vida, mi nombre y mi libertad, sino el de mi familia, el de mi equipo y compañeros que acuerparon esta lucha, el nombre de Honduras que ha sido dañado por todas estas mentiras”, puntualizó.