TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Santa Sede de la Iglesia Católica oficializó este jueves al reverendo Padre José Vicente Nácher Tatay, CM, como arzobispo metropolitano de Tegucigalpa, tras aceptar la renuncia del Cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
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Nácher Tatay vendrá a ocupar el gobierno pastoral de la Arquidiócesis Metropolitana de Tegucigalpa, para asumir las labores que Rodríguez Maradiaga deja tras haber cumplido 80 años el pasado 29 de diciembre.
El Cardenal, quien es también Canciller de la Universidad Católica, pasará a ser Arzobispo Emérito, tras una amplia trayectoria que incluye, entre otros logros, ser el único hondureño a quien el papa Juan Pablo II nombró cardenal de Santa María de la Esperanza, el 21 de febrero de 2001, además de presidir el Consejo Episcopal Latinoamericano, ser miembro de varios dicasterios vaticanos y coordinador del Consejo de Cardenales que ayudó al Papa en la reforma de la Curia Romana.
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Entretanto, Monseñor José Vicente Nácher Tatay, C.M., de 59 años, nació en Valencia, España, es licenciado en Sociología por la Universidad de Alicante, tiene estudios de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de la Congregación de la Misión de Barcelona y en la Facultad de Teología de Cataluña. Fue ordenado sacerdote el 26 de octubre de 1991 y pertenece a la orden religiosa de San Vicente de Paul (Paulino).
Ha desempeñado cargos como Párroco de San Vicente de Paúl en San Pedro Sula (2000-2005); Párroco de San José en Puerto Lempira (2006-2016) y Vicario Episcopal de la Mosquitia en la Diócesis de Trujillo; desde 2016, Párroco de San Vicente de Paúl en San Pedro Sula y Superior Regional de la Congregación de la Misión en Honduras.
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Otros movimientos
Adicionalmente, el Papa autorizó otros nombramientos e importantes movimientos en la Iglesia Católica de Honduras, entre ellos el elevar a Arquidiócesis a San Pedro Sula.
Francisco aceptó además la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de San Pedro Sula (Honduras) que presentó hace dos años Monseñor Ángel Garachana Pérez y al mismo tiempo erigió la provincia eclesiástica de San Pedro Sula, elevando la Diócesis a Iglesia Metropolitana y asignándole como sufragáneas las Diócesis de La Ceiba, Gracias, Santa Rosa de Copán, Trujillo y Yoro.
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En el cargo nombró como primer Arzobispo Metropolitano de San Pedro Sula a Mons. Michael Leniham, trasladándolo desde la diócesis de La Ceiba.
Otro de los nombramientos ocurre en Choluteca, donde fue aceptada la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Choluteca por parte de Monseñor Guido Charbonneau quedando en su lugar Monseñor Teodoro Gómez Rivera, trasladándolo de la sede titular del Castillo de Tatroporto en donde tenía el cargo de Obispo Auxiliar de Tegucigalpa.
