Tegucigalpa, Honduras
Honduras es considerado el país más violento del mundo, con una tasa de homicidios que supera las 79 muertes por cada cien mil habitantes, informó la Red de Protección a Víctimas de Desplazamiento Forzado en conferencia de prensa.
Durante la reunión se tocó el tema de violencia, la inmigración de menores y su vez se hizo un llamado al Gobierno y a la comunidad internacional para solucionar estos problemas que acogen a la nación.
Y es que ante el creciente número de hondureños que emigran hacia los Estados Unidos y México, se estima que al finalizar este año, 70mil niños y adolescentes migraran, ya que el Estado de Honduras no ha sido capaz de ofrecer medios de vida y seguridad a su población.
'En las últimas semanas, el mundo se ha visto consternado por la gran cantidad de menores de edad hondureños en la ruta migratoria, fénomenos que no es nuevo, pero que ha detonado las alarmas internacionales, considerando esta situación como una emergencia humanitaria sin precedentes', afirmó la organización.
Se resaltó la situación dramática por la que atraviesan miles de infantes que se ven obligados a huir de entornos violentos, la falta de oportunidades y el sistema precario del país.
Además incitó al Estado a atender las causas estructurales que generan la migración, particularmente la que es producto de la violencia, lo que significa que mas allá de la persecución del delito, se procure la protección a las víctimas.
Por otra parte de exhortó a los gobiernos de EEUU y México a no politizar el tema de la migración y respetar los derechos de los migrantes, garantizando su vida, seguridad y libertad.
Piden garantizar que se implementen procedimientos que permitan identificar a los niños y adolescentes migrantes que podrían requerir protección internacional o que tengan otras necesidades especiales de protección, entre otros puntos.
La Red de protección instó a los gobiernos a tratar la crisis humanitaria de forma regional, coordinando sus políticas migratorias para asegurar que se respete los derechos humanos de todos.
Honduras es considerado el país más violento del mundo, con una tasa de homicidios que supera las 79 muertes por cada cien mil habitantes, informó la Red de Protección a Víctimas de Desplazamiento Forzado en conferencia de prensa.
Durante la reunión se tocó el tema de violencia, la inmigración de menores y su vez se hizo un llamado al Gobierno y a la comunidad internacional para solucionar estos problemas que acogen a la nación.
Y es que ante el creciente número de hondureños que emigran hacia los Estados Unidos y México, se estima que al finalizar este año, 70mil niños y adolescentes migraran, ya que el Estado de Honduras no ha sido capaz de ofrecer medios de vida y seguridad a su población.
'En las últimas semanas, el mundo se ha visto consternado por la gran cantidad de menores de edad hondureños en la ruta migratoria, fénomenos que no es nuevo, pero que ha detonado las alarmas internacionales, considerando esta situación como una emergencia humanitaria sin precedentes', afirmó la organización.
Se resaltó la situación dramática por la que atraviesan miles de infantes que se ven obligados a huir de entornos violentos, la falta de oportunidades y el sistema precario del país.
Además incitó al Estado a atender las causas estructurales que generan la migración, particularmente la que es producto de la violencia, lo que significa que mas allá de la persecución del delito, se procure la protección a las víctimas.
Por otra parte de exhortó a los gobiernos de EEUU y México a no politizar el tema de la migración y respetar los derechos de los migrantes, garantizando su vida, seguridad y libertad.
Piden garantizar que se implementen procedimientos que permitan identificar a los niños y adolescentes migrantes que podrían requerir protección internacional o que tengan otras necesidades especiales de protección, entre otros puntos.
La Red de protección instó a los gobiernos a tratar la crisis humanitaria de forma regional, coordinando sus políticas migratorias para asegurar que se respete los derechos humanos de todos.