El mundialmente famoso corredor Oscar Pistorius, de Sudáfrica, pasó de la gloria al infierno al ser acusado de haber asesinado a su novia, la bella modelo canadiense Reeva Steenkamp, en la casa que compartían.
Pistorius se había ganado el corazón del mundo por su ejemplo de superación, tenacidad y esfuerzo para vencer la adversidad, ya que había perdido sus dos piernas desde temprana edad y utilizando prótesis especiales se dedicó a las competiciones paraolímpicas en atletismo, siendo un ejemplo para las personas que padecen limitaciones.
Pero su grandeza se vino a pique tras la muerte de su novia.