Muchos en Honduras practicaron esta jugada en su infancia y soñaban con llegar al fútbol profesional y realizarla. Hoy, unos japoneses lo hicieron y marcaron un increíble golazo.
Los jugadores del Kyoto Sanga llevaron a cabo una extraña maniobra para descolocar a su rival y dejarlo vulnerable en la ejecución de la falta indirecta dentro del área.
La jugada consiste en que varios jugadores pasen corriendo por arriba de la pelota amagando con que la tocan para habilitar a otro para que ejecute el tiro libre, pero en realidad son simples engaños para confundir la barrera y es el penúltimo el que se la pasa al que finalmente remata.
El resultado final de esta 'arma secreta' fue un golazo al ángulo que le da la vuelta al mundo.