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Empate 1-1 en el estadio Nacional

En la cancha lo fácil o lo tranquilo para los dirigidos por Pepe Treviño no existió. Real España fue mucho más equipo de lo que se esperaba y desde el arranque del juego se mostró atrevido y aguerrido, copando a presión todas las salidas del Motagua.

Motagua
Motagua
08.10.2012

Motagua sufrió más de la cuenta para lograr un empate 1-1 ante el Real España. Aunque fue un empate polémico por protagonismo arbitral. El Ciclón Azul tuvo enfrente a una Máquina muy diferente de la mano de Nahún Espinoza que los puso contra las cuerdas en gran parte del encuentro.

No todo fue color de rosa para Motagua, a pesar de que su camiseta pasó de ser el Azul Profundo tradicional, al rosado de la solidaridad en la lucha contra el cáncer de mama.


En la cancha lo fácil o lo tranquilo para los dirigidos por Pepe Treviño no existió. Real España fue mucho más equipo de lo que se esperaba y desde el arranque del juego se mostró atrevido y aguerrido, copando a presión todas las salidas del Motagua.

El andar del juego lo puso el Aurinegro, la velocidad y el cambio de ritmo se llevó de acuerdo a lo que el equipo de Nahún Espinoza quiso.
Motagua jugó a lo que su entrenador ya antes había anunciado: jugó a ganar sin importar cómo.

Y a decir verdad este sistema, más un alto grado de fortuna, fue determinante para que fuera precisamente el Mimado el que pusiera la fiesta en el marcador.

Amado Guevara, con un aparentemente inofensivo cobro de tiro libre, que tuvo en un enredo de defensas y delanteros a un gran aliado, anotó el 1-0 tras pasar por en medio del mar de piernas que hizo perder a Marcelo Macías el rumbo final del balón que terminó besando las redes.

Real España mereció mejor suerte en la primera mitad, pero la diosa fortuna estuvo hasta esa altura con los de rosado para mantenerlos con un triunfo parcial inmerecido.

Segundo acto
Llegado el segundo tiempo del partido, Nahún Espinoza mantuvo intacto su esquema de juego y por ende el mismo dominio inicial, ante un Motagua que mantuvo el mismo accionar que buscó más controlar y parar al rival que tratar de ser más ofensivos.

A los 59 minutos un momento duro para Motagua, Nery Medina mira su segunda tarjeta amarilla y es expulsado, aquí pareció que la noche se le venía encima al Azul Profundo.

No obstante con los “remiendos” forzados de Pepe Treviño, poniendo a Roby Norales en lugar Carlos Morán y de Odis Borjas por Abner Méndez, el Motagua mejoró en su accionar. Sin embargo, cuando mejor defendía el Azul, lo que no permitió la fortuna ni el buen fútbol del España, apareció la mano de Héctor Rodríguez, el árbitro se sacó de la manga un lanzamiento penal por una supuesta falta de Odis Borjas sobre Luis Lobo.

El argentino Jonathan Hansen no desaprovecharía la oportunidad para marcar el 1-1 que definió el juego.

Si fuese por méritos el empate hasta corto quedó para los sampedranos, pero si fuese por justicia quedó en duda por la actuación del juez central. Al final ambos equipos terminaron con diez jugadores, ya que Ever Alvarado sobre el tiempo salió expulsado por Real España.














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