Honduras

EL HERALDO en Operación Martillo

Patrullajes se hacen en zonas de origen de la droga para evitar que la misma llegue a Centroamérica y Estados Unidos. Lucha en el mar ha logrado reducción de trazas de narcolanchas, según autoridades.

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07.04.2014

NOTA DE REDACCIÓN

Por primera vez un medio escrito en Honduras participa en un operativo antidrogas multinacional, que se realiza para evitar que toneladas de cocaína ingresen a Centroamérica. EL HERALDO contará con detalles en qué consiste esta estrategia y los resultados que ha obtenido, según lo observado durante más de una semana abordo de un buque de guerra que participa en la acción.

La misión: contener la droga desde su lugar de origen y evitar que toneladas de alucinógeno lleguen a Centroamérica, México y, principalmente, Estados Unidos. La cruzada se llama Operación Martillo.

Para ese cometido, poderosos buques de guerra de Estados Unidos navegan el Atlántico y el Pacífico en busca de narcotraficantes que se desplazan en embarcaciones en zonas cercanas a donde se produce y distribuye la cocaína en Colombia, Venezuela y Ecuador.

EL HERALDO fue parte de esta aventura, de un capítulo de esta guerra antidrogas al participar en uno de los patrullajes realizados por la fragata USS Curts FFG 38 en el océano Pacífico a finales del mes de agosto. El barco militar salió del puerto Vasco Núñez de Balboa para hacer un recorrido de miles de millas tras alijos de cocaína que se transportan en embarcaciones.

Durante nueve días se conocieron algunos detalles de las estrategias que el equipo de la marina estadounidense pone en práctica en alta mar, en la búsqueda de navíos colmados de narcóticos.

La Operación Martillo es una estrategia multinacional que inició el 15 de enero de 2012 y en la que participan Estados Unidos, Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, Panamá, Colombia, España, Francia, Holanda, Canadá y Reino Unido.

Estados Unidos, por medio de su IV Flota, que está bajo la jurisdicción del Comando Sur, ha desplazado dos fragatas en el Pacífico y dos en el Atlántico para patrullar las aguas usadas como ruta inicial de los narcotraficantes.

Las fragatas fueron diseñadas para servir como escudos protectores de los portaviones y están equipadas con un potente y diverso armamento que ahora está al servicio del combate del tráfico de drogas en esta zona.

En total, son unos 900 militares estadounidenses los que participan en estos operativos abordo de las cuatro fragatas. Solo en el USS Curts hay asignados 229 miembros, entre militares y personal de apoyo logístico.

Panamá, con quien Estados Unidos tiene acuerdos para mantener en sus costas estos buques de guerra, es el país de donde estas naves salen a patrullar y el sitio en donde EL HERALDO abordó el USS Curts para ser testigos de las labores de vigilancia que se realizan en la Operación Martillo.

Atajar a los narcos

El subcapitán del USS Curts, Joseph Pezzato, manifestó que los patrullajes en las zonas por donde comienza la travesía de los narcotraficantes tienen como objetivo capturar la mayor cantidad de droga antes de que llegue a Centroamérica, porque en esa zona los cargamentos se dividen y en ese momento se vuelve más complicado hacer decomisos.

El oficial considera la Operación Martillo como una de las mejores estrategias internacionales debido al método de patrullaje y los aportes en información y logística de otras naciones participantes.

Según Pezzato, la vigilancia en alta mar ha permitido que el flujo de navíos con droga se reduzca a la mitad. Solo en 2011 se registraron unas 840 trazas de navíos con droga.

“No podemos decir que el tráfico se redujo en un 50 por ciento, pero sí que las trazas han bajado, pero puede ser que los narcotraficantes estén tomando otras rutas”, expresó.

En ese sentido, consideró que “le estamos haciendo la vida más difícil a los narcotraficantes”. Honduras es considerada como puente de los cargamentos, unas 700 toneladas de cocaína, que llegan a Estados Unidos y se calcula que el 80 por ciento de la cocaína que se manda a esa nación pasa por territorio hondureño.

“La Operación Martillo ha tomado ventajas de las fortalezas y capacidades compartidas por todas las naciones participantes y es una muestra del cometido regional para contrarrestar la amenaza causada por el crimen organizado”, manifestó José Ruiz, vocero del Comando Sur.
Inteligencia versus narcos

Las rutas de vigilancia se definen con base en una estrategia elaborada según datos de los servicios de inteligencia que Estados Unidos tiene con Colombia, principal productor de cocaína.

Cuando se da la alerta de una posible salida de barcos con droga, se notifica al Comando Sur para que éste gire instrucciones a las fragatas por dónde deben de navegar en las aguas internacionales cercanas a Panamá y Colombia.

En las fragatas hay varios equipos de reacción, como guardacostas, grupo de abordaje de barcos y aéreo, que actúan según la necesidad que haya para requerir y atrapar a los traficantes de drogas que se movilizan en lanchas rápidas o buques pesqueros.