Salud y Belleza

Niños sanos de vuelta a la escuela

Evalúe la salud de sus pequeños previo al regreso a clases para que puedan desenvolverse de mejor forma
21.08.2018

Tegucigalpa, Honduras
¿Cómo lograr que sus hijos retornen a clases listos para seguir aprendiendo? Para quienes aún no lo saben, el primer paso es corroborar su estado de salud a través de algunas evaluaciones médicas y exámenes de laboratorio.

“A todo niño que va a regresar a la escuela se le debe realizar un chequeo desde varios puntos. Entre ellos tenemos la evaluación pediátrica, laboratorial, auditiva, visual y odontológica”, dijo el pediatra Guillermo Pinel.

En cuanto a la primera, esta sirve para medir el crecimiento del pequeño según su peso, talla y altura. Generalmente esta se acompaña con exámenes de laboratorio: hemograma, glicemia, hemoglobina glicosilada, general de orina y heces.

“El hemograma nos sirve para determinar si hay presencia de anemia o alteraciones en la médula ósea, la glicemia y la hemoglobina glicosilada para saber cómo se encuentra el azúcar, el de orina para descartar infecciones o alteración en los riñones y el de heces para asegurarnos de que no haya sangre o parásitos a nivel del intestino”, explicó el doctor.

Chequeos físicos
Sobre la evaluación audiológica, esta tiene como objetivo determinar si el niño está escuchando correctamente, un aspecto fundamental en su educación. Asimismo, es primordial asegurarse de que no tendrá dificultades para ver la pizarra desde su silla.

“Con simplemente ponerle una cartilla a una distancia de 20 metros podremos saber cómo está su vista. De identificar alguna dificultad lo mejor es enviarlo con el oftalmólogo para que lo evalúe y, de ser necesario, le recete lentes”, señaló Pinel.

Por último, el chequeo odontológico permite identificar si el niño presenta anomalías en sus muelas o dientes, para evitar que durante las clases estas le provoquen alteraciones de dolor -principal síntoma ante la presencia de caries- y esto pueda perturbar su aprendizaje durante el día o su descanso por la noche.

Reflexión
“Recordemos que la importancia de realizar estas evaluaciones radica en la calidad del aprendizaje que el niño va a desarrollar. Lo ideal es practicarlas al menos 15 días antes de iniciar la escuela, para dar tiempo -si es necesario- de someterlo a algún procedimiento o un estudio más avanzado según los resultados”, recalcó el especialista.

De igual forma, Pinel aseguró que omitir estos procedimientos implica jugar con el futuro del pequeño y que es duro que después los padres tengan que pensar en cómo lograr que sus hijos logren un nivel educativo similar al del resto de sus compañeros, por el hecho de no haber tomado las precauciones necesarias antes de que iniciara el año escolar.

“Recordemos siempre que nuestros hijos son el reflejo de lo que nosotros hacemos por ellos. Es mejor hacer una pequeña inversión en evaluaciones y exámenes de laboratorio con regularidad para que los pequeños alcancen los mejores resultados”, expresó, y agregó que “muchas veces la única herencia que les dejamos es la educación que consiguen de acuerdo con nuestro apoyo. Por lo tanto, llevémoslos al médico a tiempo, hagamos las cosas con consciencia y pensemos en que de ellos depende el futuro de nuestro país”, finalizó el pediatra.