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Los mejores catrachistes de la semana

Venía a inscribirme en el récord Guinness. - ¿Qué ha hecho usted? - He hecho este puzzle en un año. - ¿Y dónde está la dificultad? - En la caja ponía: ¡de 4 a 5 años!

11.10.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Un señor entra a una zapatería y se le acerca el vendedor:

-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle señor?

-Quiero unos zapatos del número 42.

-Verá, señor, no es por llevarle la contraria, pero a simple vista puedo ver que usted calza al menos un 46.

-Eso no me importa, yo quiero un número 42, si no, no compro nada y me voy a otra tienda.

-Está bien (le contesta el vendedor con cara de asombro).

El dependiente le trae unos zapatos del número 42; el hombre se los prueba y le dice:

-Perfecto, me los llevo puestos.

Cuando va de salida del comercio, el vendedor se da cuenta de que el hombre va sufriendo porque los zapatos le aprietan mucho. El vendedor, intrigado de porqué compró unos zapatos tan pequeños, se le acerca y le dice:

-Señor, disculpe, pero no me puedo quedar con la intriga, ¿cómo es que compra sus zapatos tan pequeños, si se ve que está sufriendo porque no le quedan bien?

- Mire, le voy a contar mi historia: mi mujer me engaña con un compañero de trabajo; mi hija es prostituta; mi hijo es drogo; mi suegra vive con nosotros y me tira en cara la culpa de todos los problemas familiares... ¡El único placer que tengo en esta vida es llegar a casa y quitarme estos malditos zapatos!

Un hijo de 35 años le dice a su madre: Mamá, he tenido un sueño horroroso. Soñé que estaba toda la casa llena de sal y en la siguiente imagen salías tu dándome de mamar. No es que esté preocupado, pero me parece un sueño muy extraño.

-Hijo, - dice la madre - de los sueños no tienes que preocuparte, basta con saber interpretarlos y quedarte con el mensaje.

-Y, en este caso, ¿cuál sería el mensaje, mamá?

-Muy sencillo, huevón, ¡Que busques tener tu propia casa!

- Venía a inscribirme en el récord Guinness.

- ¿Qué ha hecho usted?

- He hecho este puzzle en un año.

- ¿Y dónde está la dificultad?

- En la caja ponía: ¡de 4 a 5 años!

Un mago subió a un autobús que iba llenísimo a una hora punta y quiso entretener a la gente con sus trucos. Señoras y señores, gritaba. ¡Muy buenas tardes!, pero nadie le hacía caso y el pobre hombre había sacado de la nada un ramo de flores.

Enfadado, les anunció: Voy a hacer que se eleve este autobús… ¡1, 2, 3! Y entonces el autobús se elevó. Toda la gente asustada le gritó: ¡Bájalo, bájalo, por favor!

- Ahhhh, ¿no se creían que pudiera hacer magia, ¿eh?

Si quieren que baje el autobús, ¡soplen todos!

Toda la gente empezó a soplar y el autobús empezó a bajar. La gente estaba emocionada y entonces le pidieron otro truco al mago. Este les dijo:

- Voy a hacer que a ese viejito que va con su esposa se le suba el miembro. ¡1,2,3! Y ¡Zassss! La cosa se le levantó al viejito y los pasajeros al unísono exclamaron: -¡Ohhhh! Entonces se oye la voz de la viejita que grita:

-Al primero que se le ocurra soplar, ¡lo quemo vivoooo!

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