Opinión

Otro 'golazo” frustrado

El hecho de que a última hora los diputados opositores lograran detener el intento de los oficialistas de aprobar a matacaballo un sospechoso proyecto de ley para mejorar el RNP representa una muestra más de la forma irregular con que se manejan los intereses nacionales, pero también de que a veces funcionan con efectividad los pesos y contrapesos del sistema democrático en contra de los excesos del poder.

La cuestión es que si bien es obvia la necesidad de que el Registro Nacional de las Personas cuente con los recursos suficientes para cumplir a cabalidad con sus responsabilidades –incluyendo una nueva tarjeta de identidad para los hondureños–, el “engavetamiento” previo del proyecto de ley, la inusitada rapidez con que se emitió el dictamen y con que se pretendía aprobar, aprovechando la proximidad de las vacaciones de Semana Santa, y los antecedentes, todo parece indicar que se trataba de una nueva jugarreta para beneficio de unos pocos la que se preparaba en el Congreso Nacional.

Además de la posibilidad de que se quisiera otorgar el “negocio” a una empresa ya identificada, con la respectiva comisión de por medio, los más suspicaces incluso creen que la ocasión también sería aprovechada para cometer un fraude en las próximas elecciones primarias.

Los opositores se preguntan cómo es que hace dos años –cuando el proyecto costaba unos 500 millones de lempiras-- se adujo que la falta de fondos imposibilitaba satisfacer la solicitud del Registro Nacional de las Personas para impulsar una “reingeniería” y, ahora –cuando el costo se eleva a 700 millones— como por arte de magia han desaparecido las limitaciones y hasta hay prisa por aprobarlo.

Además de los 200 millones de lempiras menos que hubiera costado la inversión en el RNP hace dos años, a estas alturas ya todos los hondureños contarían con nuestro documento de identificación actualizado. Comenzar hasta ahora a renovar la institución más bien podría convertirse en un obstáculo para el normal desarrollo del proceso electoral que culmina con las elecciones generales del próximo año.

Esperemos ahora que estos días –incluyendo el largo período de la Semana Santa– no sean aprovechados por los promotores de este sospechoso proyecto de ley para “convencer” a algunos diputados y lograr la mayoría que necesitan para continuar el debate y lograr la aprobación.

Por lo pronto, nuestro reconocimiento a los diputados que –parafraseando al presidente Lobo– actuaron como grandes defensas y evitaron un nuevo “golazo” contra el pueblo hondureño.

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