Editorial

Urge el diálogo

Y no solamente para alcanzar consensos entre los partidos políticos que permitan elegir al nuevo fiscal general y al fiscal adjunto, igualmente, para dejar atrás el creciente ambiente confrontativo que polariza cada vez más a los y las hondureñas en bandos antagónicos, iniciando procesos de auténtica interacción -sinceros, respetuosos, genuinos, calendarizados- con metas de corto plazo para enfrentar acuciantes problemáticas que afectan particularmente a las mayorías poblacionales de muy bajos ingresos.

Con justificada razón la ciudadanía se muestra escéptica respecto a los llamados diálogos, cuyo único propósito ha sido el ganar tiempo, utilizando estrategias dilatorias, tal vez identificando posibles soluciones sin que las mismas sean vinculantes y de obligatorio cumplimiento para las partes.

Es evidente que la conflictividad crece día a día, al igual que el desencanto y la frustración colectiva ante el incumplimiento de promesas electorales que posibilitaron la victoria electoral del actual régimen, hoy imbuido de arrogancia. El intentar ignorar el descontento generalizado, minimizándolo o haciendo mofa del mismo, resulta absolutamente contraproducente, es como lanzar combustible a la hoguera, alimentándola para hacerla inextinguible.

Solamente el diálogo democrático, que no solo respeta y fortalece la institucionalidad, en búsqueda de transformar las relaciones conflictivas a efecto de impedir la profundización de las crisis, contribuyendo así a la gobernabilidad democrática, merece el calificativo de diálogo. El mismo debe ser representativo e incluyente de las diversas fuerzas sociales y políticas directamente relacionadas con problemáticas específicas, inaugurando canales permanentes de comunicación, fluidos y accesibles en cualquier tiempo y lugar.

En la mesa de diálogo deben plantearse ideas, demandas, preocupaciones, iniciativas, que desemboquen en acuerdos y arreglos concretos acordados entre las parte, sin imposiciones de buena fe y con los medios y recursos necesarios para ponerlos en practica a la brevedad.