Editorial

Una mala práctica

El gobierno, en su condición de aval solidario, está pagando la deuda de 600 millones de lempiras que los grupos campesinos MUCA (Movimiento Unificado Campesino del Aguán) y MARCA (Movimiento Auténtico Renovador Campesino del Aguán) adquirieron con el Estado de Honduras en la administración del expresidente nacionalista Porfirio Lobo.

Con ese dinero, los campesinos pagaron las 4,000 hectáreas de palma africana que para entonces habían invadido a empresarios de la zona, sin embargo, con el paso del tiempo no han cumplido con sus obligaciones financieras aduciendo los bajos precios de la fruta en el mercado internacional.

Se sabe que el gobierno ha ordenado una auditoría para determinar si los campesinos tienen o no capacidad de pago y en dado caso que lo sea, refinanciarles la deuda. No se desconoce que la situación económica del país y de los campesinos, ante la caída de los precios del producto en el mercado internacional, es grave. Pero en época de vacas flacas, todos estamos obligados a zocarnos la faja y cumplir con los compromisos adquiridos. Así lo hacen varios sectores de la sociedad que enfrentan similares problemas financieros. Se debe terminar con la mala práctica de los grandes y pequeños productores que nunca pagaron sus deudas a Banadesa y ahora tienen al banco al borde de la quiebra, en detrimento de la endeble economía hondureña.

Todos los hondureños, ricos y pobres, debemos aprender a asumir nuestras responsabilidades y honrar nuestras deudas en tiempo y forma, y contribuir así al desarrollo de la débil economía nacional y a la paz social.

Se debe dejar de ver al Estado como el botín para la resolución de conflictos de grupos privilegiados, sean estos productores, agricultores, campesinos, médicos o docentes, entre otros, pues con estas acciones se afecta a la gran mayoría de hondureños y hondureñas que no tienen quien salga a protestar y exigir sus derechos y se quedan en sus comunidades viviendo en condiciones de pobreza y pobreza extrema, sin acceso si quiera a los servicios básicos.