Editorial

Religiosidad popular y nuestras raíces

Incluye tres aspectos: religión, cultura y pueblo. Es un espacio de convergencia y unidad, aglutinando a nuestros compatriotas. La Iglesia Católica la ha promovido de diversas maneras: el culto mariano, las cofradías y romerías, procesiones, catequesis, evangelización, arte religioso, afirmando la fe y devoción de los creyentes, incluso de los originalmente incrédulos.

Forma parte integral de nuestra identidad como nación. La Virgen de Suyapa posee un especial poder de convocatoria, particularmente en tiempos de confrontación y divisionismo como los que desgraciadamente estamos viviendo que enfrentan a hermano contra hermano.

El deterioro creciente de la seguridad, el desempleo, la violencia impelen a miles de compatriotas, adultos, jóvenes, niños a optar por abandonar su patria para internarse en rutas y países cada vez más hostiles a los migrantes, con mínimas posibilidades de encontrar refugio y oportunidades.

Por ello, imploremos a la Santa Madre del Creador que los proteja en su incierto y peligroso recorrido, amparándolos a lo largo del extenso trayecto de miles de kilómetros, en que deben soportar hambre, sed, frío, secuestros, accidentes y atentados.

De igual manera que ilumine a los políticos para que de una vez por todas cesen en sus actuaciones de confrontación, sectarismo, intransigencia, dando paso a la fraternidad, concordia, unidad de propósitos, pensando en función de la patria y no de facciones.

Que Honduras sea una nación por todos compartida, en la que cada compatriota aporte sus experiencias, talentos, voluntades en la forja de un país generoso, tolerante, prospero, humano.

Para el logro de estos nobles propósitos, la Morenita sabrá escucharnos intercediendo ante su Hijo.

Que la Virgencita de Suyapa bendiga a Honduras.