La pandemia del coronavirus o Covid-19 sigue extendiéndose por el mundo. A cada minuto, los gobiernos de los países reportan nuevos casos de infectados y muertos y toman medidas excepcionales para parar su expansión. El miedo se apodera de la población.
Honduras no es la excepción.
El país ya cumple una semana semiparalizada como consecuencia de los toques de queda emitidos por las autoridades como parte de una estrategia encaminada a frenar el número de infectados, aunque son muchos los que todavía parecen no tener conciencia sobre la gravedad de la situación y se resisten a cumplir con las disposiciones oficiales.
Es importante reconocer el trabajo de diversos actores en planes de emergencia para que la economía nacional no colapse.
La empresa privada aglutinada en el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y las Cámaras de Comercio han presentado al gobierno un plan integral de la Reconstrucción y Transformación del Sistema de Salud y la Economía Nacional, contentivo de medidas encaminadas a garantizar la estabilidad laboral y la producción.
El país no está de brazos cruzados, aunque hace falta mucho por hacer.
Se tiene -por ejemplo- que garantizar el abastecimiento de insumos al sector médico para que puedan atender la emergencia con las condiciones básicas de seguridad que demandan los momentos actuales.
Se debe asegurar la protección de toda la fuerza laboral que está trabajando para garantizar la seguridad, los medicamentos, la seguridad, la limpieza y la cobertura alimentaria de la población.
A la ciudadanía le compete en estos momentos de crisis acatar las recomendaciones de las autoridades sanitarias, que es, por ahora, el único medicamento efectivo para enfrentar al virus: quedarse en casa.
¡Hágalo!
Si usted no forma parte de uno de los grupos que por la naturaleza de su trabajo deben salir de sus hogares, quédese en casa. Está claro que solo juntos, haciendo cada quien la parte que le corresponde, saldremos de esta crisis.