Editorial

Morazán

Recordamos hoy el nacimiento de Francisco Morazán, su vida, su trayectoria que alcanza una trascendencia histórica permanente, siempre vigente, no solo a escala regional sino también continental. Junto con Valle fueron los dos más grandes hombres nacidos aquí, en la cintura de América, dando un ejemplo imperecedero de patriotismo y civismo que debe ser estudiado e imitado por la juventud, “que es la llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento”. En Morazán, la teoría y la praxis alcanzan armonía y coherencia totales: las doctrinas políticas, económicas, sociales del Enciclopedismo, la Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos de América, son ejemplos doctrinarios que lo influyen grandemente para adecuarlos a las realidades concretas de la nueva nación y poner en práctica sus postulados.

Su dignidad, civismo, opción por la concertación antes que la represión, la demostró en diversas ocasiones: alcanzando una negociación pacífica con los alzados olanchanos en Las Vueltas del Ocote, evitando así un baño de sangre; rechazando la dictadura ofrecida por la élite guatemalteca; liberando a los derrotados en combate, otorgándoles ayuda para el retorno a sus hogares; optando por marcharse al exilio a efecto de impedir la prolongación de la guerra civil; perdonando a quienes lo condenan a muerte sin otorgarle el debido proceso y derecho a la defensa; reconociendo haber cometido errores en el curso de su gestión como gobernante.

Y su ejemplo cívico inspiró a miles de seguidores que hicieron suyo su paradigma unitario y libertario, desde humildes indígenas de Texíguat y Curarén que formaron su guardia personal hasta notables políticos: Herrera, Barrundia, Molina, Rivera, Cabañas, que colaboraron con él en la administración y gobernabilidad de los cinco Estados, incluyendo sacerdotes progresistas: Márquez, entre otros. La vigencia y actualidad de Morazán, sus gestas e ideario, son permanentes.