Editorial

La crisis del camarón

La resolución judicial de un tribunal mexicano que manda a cerrar el mercado de ese país al camarón cultivado que se produce en los países centroamericanos está golpeando fuerte a los productores hondureños, los que, por falta de mercados, están descontinuando su producción en los departamentos de Choluteca y Valle.

Según los informes preliminares, las que ya han cerrado son 62 fincas que reportan una producción anual de 8,387,967 libras de camarón en los municipios de Choluteca, Namasigüe, Marcovia y El Triunfo, en el departamento de Choluteca, y en Nacaome, San Lorenzo, Amapala y Alianza, en el departamento de Valle.

Todas las comunidades citadas anteriormente sustentan su economía en esta industria, que aporta un importante porcentaje de fuentes laborales que por ahora se han cerrado, dejando a centenares de trabajadores sin empleo.

Representantes de la Asociación Nacional de Acuicultores de Honduras han advertido que cada día que pasa del bloqueo del mercado mexicano agrava más la situación de los productores nacionales, ya que ese país representa el 30% del camarón hondureño exportado.

Las autoridades hondureñas han anunciado que dialogan con sus pares mexicanas para buscar salidas a la crisis, pero sin respuestas positivas por los momentos.

De no encontrarse respuestas prontas deberán apelar al presidente de ese país que en muchas ocasiones se ha autoproclamado como el hermano mayor de las naciones centroamericanas para que ayude a encontrar una salida pronta a la problemática.

Preservar la industria es responsabilidad de todos los actores involucrados, lo que llama a trabajar juntos para garantizar que esta continúe siendo un motor de progreso para el país.