Editorial

De vuelta a la mascarilla

Si bien se redujo el número de casos, el covid-19 nunca desapareció ni en Honduras ni en el mundo, y ello se refleja en el rebrote que se está registrando actualmente, lo que ha obligado a las autoridades sanitarias a recomendar el uso, nuevamente, de la mascarilla y a observar las medidas, ya conocidas, de prevención y contención del virus.

El nuevo brote se está manifestando no solo con síntomas gripales, hay otros más graves: dolor de garganta, dolor muscular, fatiga, fiebre, diarrea, náuseas, confusión, vómitos, conjuntivitis, entre otros, advirtió el Observatorio de Covid-19 de la universidad privada Unitec.

Entre 2020 y 2023, Honduras registra 472,496 casos confirmados y 11,109 fallecidos (34 de ellos en 2023), cifras que, sin duda, seguirán subiendo si no se mantienen las acciones concretas y puntuales para prevenir la enfermedad. La positividad actual es de un 15%, han tardado en reconocer las autoridades sanitarias, que en días anteriores salieron a negar que los casos estaban incrementando.

La situación actual obliga tanto a la población como a las autoridades sanitarias a mantenerse vigilantes, los primeros, observando nuevamente las medidas de contención, incluyendo el uso de la incómoda mascarilla en lugares cerrados y poco ventilados, el lavado de manos, el uso de alcohol gel, el distanciamiento social; y, los segundos, manteniendo y actualizando sus programas de atención epidemiológica y farmacológica, los estudios de evolución clínica, las pruebas diagnósticas, los programas de vacunación, e, importante, una fluida campaña de comunicación e información a la población.

No se trata de alarmar sino de prevenir una nueva ola de covid, ante la cual no podemos quedarnos de brazos cruzados, ya que es la vida de la población en general la que está en juego.