La filosofía de la verdad como búsqueda constante guía a los periodistas en su misión de informar. Citando a Sócrates, “la verdad nos hará libres”, se destaca la importancia de presentar hechos precisos, evitando las sombras de la falsedad en la narrativa periodística...
La independencia editorial, reflexión de la filosofía de autonomía, se erige como un faro que ilumina el camino hacia una narración imparcial. La resistencia ante influencias externas, inspirada por el pensamiento de Kant sobre la autonomía moral, se convierte en un compromiso inquebrantable con la verdad. Equidad e imparcialidad. Bajo la sombra de la ética aristotélica, la equidad e imparcialidad son piedras angulares.
La equidad, inspirada en la justicia como virtud, exige la representación justa de todas las perspectivas relevantes, mientras que la imparcialidad busca la neutralidad ética, reflejando los ideales de la ética deontológica de Kant. Siguiendo la filosofía de la responsabilidad personal, los periodistas asumen el peso de las consecuencias de su labor. Desde el utilitarismo de Bentham hasta las ideas contemporáneas de responsabilidad social, el periodismo ético se posiciona como un faro moral en el océano de la información. La ética profesional en el periodismo, impregnada de filosofía, revela un compromiso sagrado con la verdad y la responsabilidad.
En este viaje filosófico, los periodistas no solo son narradores de eventos, sino guardianes de la integridad informativa en el tapiz de la sociedad. Más allá de las palabras, los periodistas se convierten en artífices de la realidad. Como artesanos de la verdad, se enfrentan a la fragilidad de la objetividad, navegando por aguas turbulentas de interpretación y subjetividad. Aquí, en el abrazo de la filosofía fenomenológica, cada noticia es una experiencia única, filtrada a través de la lente única de la conciencia.
