Cartas al editor

Un paso más hacia la paz

Se juramentó la Afecic, una buena idea para potencializar aún más a la Maccih, la cual ha hecho posible el encaminamiento de la depuración del sistema de seguridad del país como de otras instituciones, esto de la mano con el Ministerio Público, el cual ha mostrado el deseo de cooperar con dicha comisión.

En efecto, para algunos ciudadanos, la creación de la Afecic se considera solamente como una comisión interna más, la cual pueda que sea comparada con la Comisión de Prevención y Lucha contra la Corrupción (Coprelco), creada bajo el decreto ejecutivo No. CM-O2-94.

Sin embargo, no se debe juzgar de prisa tal organismo, sino que debemos esperar los resultados para poder emitir un criterio.

Hay que tomar en consideración que en un Estado hay cuatro cosas difíciles de desarrollar: la seguridad, la pobreza, la salud y la educación, en las cuales se da con frecuencia la corrupción y la impunidad.

Bendecido es el país que logra desarrollar estas cuatro ramas que involucran un desarrollo sostenible.

Por lo tanto, la erradicación de la corrupción y la impunidad constituye un paso enorme para ensanchar los cambios garantizados en cada organismo del Estado y al esto ser posible se transmite al populacho de una manera directa.

Porque si la cabeza (en este caso el Estado) actúa con integridad, tengo la fina convicción de que el pueblo tomará conciencia y cumplirá con el Estado a cabalidad.

Pues para colonizar un lugar se necesita la guerra, pero para fundar un imperio se necesita la paz de ambas partes humanas.

En este caso, miro que la responsabilidad recae sobre los señores Óscar Chinchilla y Juan Jiménez, los cuales deberán demostrar que sí se puede sanear un país y que no son una organización más que se registra como un “elefante blanco”.