Cartas al editor

Es cuestión de sentido común, que es el sentido menos que común que utilizan ciertas personas que están en cargos de administración del país. Ante la presencia del coronavirus en Honduras, ¿qué debe prevalecer, los intereses económicos o la salud del pueblo?

Sin lugar a dudas que aparte de las pérdidas humanas que este virus ha generado en el mundo, y como hemos visto sin distinción de estratos sociales ni nacionalidad, el daño más grave que está generando a nivel mundial son las pérdidas económicas a los países afectados.

La industria del turismo obviamente sufre grandes repercusiones cuando los países toman serias medidas como el caso de Italia de aislarse del mundo, o de nuestro vecino El Salvador al implementar medidas de nadie entra nadie sale. El mismo Estados Unidos tomó una dramática e inédita medida de cerrar sus aeropuertos por 30 días.

Entonces ante semejante amenaza sin precedentes en este siglo XXI como lo es el coronavirus, la prioridad y el deber del Gobierno de la República es una sola, la cual es proteger la salud de todos sus habitantes sin ninguna limitación y debe emplear todos los recursos disponibles para alcanzar tal fin.

Las tradicionales celebraciones católicas o las vacaciones de verano deben pasar a un segundo plano.

Es increíble que luego de detectarse y confirmarse los primeros casos alguien en nuestro país diga que “el sector turístico continuará trabajando con motivo de la Semana Santa”, mientras que en El Salvador, el presidente Bukele diga “que de nada sirve el dinero si no hay personas vivas”.

La recomendación de la Organización Mundial de Salud es clara: “Deben evitarse los eventos que aglomeran gran cantidad de personas”.

Entonces es cuestión de sentido común: preservar la salud de las personas está por encima del dinero.

Así de sencillo.