Cartas al editor

Quod natura non dat...

“‘Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo otorga’ es un proverbio latino que lo que quiere decir es que una universidad no puede darle a nadie lo que le negó la naturaleza.

De este modo, ni la inteligencia, ni la memoria ni la capacidad de aprendizaje son cosas que una universidad pueda ofrecer a sus alumnos” (tomado de Wikipedia). Traigo esto a colación por la defensa que algunos hacen de la necesidad de obtener maestrías, doctorados..., y en eso se nos puede ir la vida.

En un país como Honduras, donde un porcentaje pequeño de población llega a la universidad y aún menos logran graduarse de pregrado, es decir, licenciaturas, me parece que ya es bastante este logro si bien el que tenga tiempo y esté jovencito(a) que proceda a estudiar, yo no me opongo, pero más se me viene a la cabeza el refrán de los Zamoranos:

“Aprender haciendo”, es lo que de verdad nos hace dominar un arte u oficio(la práctica).Así que ante la ola de delincuencia que predomina en Honduras y que ya nos tiene un poco preocupados, quiero plantear como solución y remedio la necesidad de la educación a los jóvenes. En mis visitas a lo rural he podido contemplar muchachos que sin saber leer y escribir tienen gran habilidad manual.

Quizás de haber concretado estudios hubieran sido grandes ingenieros, médicos o cualquier oficio afín por su capacidad de reparar cosas dañadas. Siendo las habilidades innatas solo cabe perfeccionarlas por parte de la escuela, el colegio, hasta la universidad.

En mi opinión, esa es la labor educativa: pulir a un niño enseñándole determinada materia, pero manteniendo en mente que las habilidades ya están en él. Solo cabe perfeccionarlas.

Entiendo que la globalización demanda doctorados, maestrías posdoctorados, pero las habilidades que tiene usted, siempre estuvieron en usted, solo hay que perfeccionarlas. He ahí la que es para mí la necesidad más apremiante de Honduras, la educación.