Cartas al editor

¡Por favor, quite sus tropas!

El domingo en la ciudad de Tijuana, en México, oficiales de la patrulla fronteriza de Estados Unidos dispararon gases lacrimógenos contra una multitud de desesperados solicitantes de asilo provenientes de Centroamérica mientras intentaban abrirse camino a través de la fuertemente militarizada frontera con Estados Unidos.

Entre los agredidos había madres con niños pequeños, quienes acabaron gritando y teniendo dificultades para respirar debido a la propagación del gas lacrimógeno.

Oficiales de la Policía Federal mexicana con equipo antidisturbios arribaron a la escena y arrestaron a docenas de migrantes; el Gobierno de México señala que los detenidos serán deportados a América Central. El grupo se había separado de una protesta pacífica en la que participaron miles de migrantes que exigían la entrada a Estados Unidos, donde esperaban obtener asilo. Los migrantes proceden de Honduras, Guatemala y El Salvador, y huyen de la violencia generalizada, la pobreza y el desempleo masivo. Estas son las palabras de Saúl Hernández, un solicitante de asilo hondureño de 37 años. Saúl Hernández dijo: “Yo le digo al señor presidente de Estados Unidos que no le meta miedo a la gente, porque ahí le está demostrando a México que él puede, le está metiendo al pueblo mexicano también miedo. Que, por favor, quite sus tropas”. En respuesta a la situación, el Gobierno encabezado por el presidente Donald Trump cerró temporalmente el paso fronterizo de San Ysidro, una de las vías de entrada más transitadas del mundo, por la que cruzan más de 90,000 personas cada día.