En la Edad de Oro del periodismo hondureño sobresalieron hombres y mujeres; escritores y escritoras que demostraron su sapiencia tanto como escritores como por buenos periodistas; uno entre tantos fue el escritor y periodista Heriberto Girón Jácome, quien vivió en San Pedro Sula, habiendo escrito sus artículos en el diario El Correo del Norte.
En la ciudad del Adelantado le acompañaba en el ejercicio periodístico el también periodista Héctor Milla Duarte.Girón Jácome se trasladó a la capital de la República para continuar el ejercicio periodístico en los periódicos: La Época, El Pueblo, El Día, El Cronista. En 1925 fue cofundador de la primera organización periodística conocida como la Asociación de Prensa Hondureña (APH).
Heriberto Girón Jácome fue padre de Ofelia, Edna, Susana, María Olga, Roberto y Wilfredo Gonzalo. Como el mayor de mis hermanos, debo afirmar que nuestro padre cultivó una inteligencia preclara, fue un lector consumado, herencia que todos sus hijos e hijas heredamos, haciendo real el gran principio de que “la mejor herencia para los hijos es el estudio”.
Con todo lo anterior puedo confirmar que Heriberto Girón Jácome fue buen padre, esa bondad se ha transmitido en la mayoría de sus nietos y bisnietos; tan solamente una vez, en un domingo entró a la Catedral de Tegucigalpa a escuchar la celebración de “la Santa Palabra”. Uno de sus pensamientos que a mis 77 años recuerdo todavía fue: “Lea libros, no los maltrate, porque ellos lloran, pero su llanto solo pueden escucharlo los hombres de alta sabiduría”.
Nuestro padre fue un consejero especial, siempre me llevaba cada 25 de mayo a la gran fiesta de los periodistas, en mi extensa familia conformada por 11 hijos, 30 nietos y 6 bisnietos, hay una variedad de profesionales, todo como producto de la bondad de mi padre. Hoy el alma de mi padre vive en la eterna luz perfecta.
