¿Cómo alcanzar el estado alterado al respirar?

Las intervenciones tradicionales para tratar la depresión, el trauma y la adicción no les están cumpliendo a muchos pacientes en Estados Unidos, según los expertos en salud mental

Los participantes en un seminario en San Francisco sobre respiración se turnaron para hacer ejercicios.

vie 23 de febrero de 2024 a las 18:27

Por Ernesto Londoño/ The New York Times

SAN FRANCISCO — Se pidió a los participantes, tendidos sobre catres y luciendo lentes oscuros, que respiraran profundamente desde el vientre sin pausa al ritmo de música alta y de ritmo rápido.

Se les dijo que el ejercicio tenía el potencial de inducir un estado alterado de conciencia. A los pocos minutos de iniciada la sesión, que duró casi tres horas, varios participantes comenzaron a llorar. Algunos sacudieron sus extremidades violentamente.

Las docenas de asistentes no eran iniciados en una secta; eran profesionales de la salud que completaban un programa certificado en terapia psicodélica. La vigorosa modalidad, conocida como respiración holotrópica, se ofrece al final de un entrenamiento de ocho meses para dar una probadita legal del potencial terapéutico y los peligros de los estados alterados.

JJ Pursell, una doctora naturópata de Oregon, se contaba entre los que estaban escépticos en la sesión de octubre de que la respiración intensa pudiera inducir algo parecido a un viaje psicodélico. Pero quedó atónita. “La profundidad de lo que experimenté fue muy similar a la psilocibina”, dijo, refiriéndose al compuesto psicoactivo de los hongos psicotrópicos. “Fue alucinante”.

La demanda de sustancias psicodélicas como herramientas de sanación se ha disparado, impulsada por estudios clínicos prometedores y la flexibilización de las leyes sobre drogas. A medida que disminuye el estigma, los médicos buscan capacitación para ayudar a resucitar un campo de la medicina que se exploró con entusiasmo en Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960, pero que fue abandonado después de que el Presidente Richard M. Nixon anunció la guerra contra las drogas.

$!Profesionales de la salud en una sesión de respiración experimentaron un estado alterado sin fármacos.

Los expertos en salud mental dicen que las intervenciones tradicionales para tratar la depresión, el trauma y la adicción no les están cumpliendo a muchos pacientes en EU, que lidian con una alta tasa de suicidio y una epidemia de adicción a opioides que mató a unas 75 mil personas en el 2022.

“En psiquiatría y psicología, nos hemos topado con una pared de ladrillo”, dijo Janis Phelps, directora del Centro de Investigación y Terapias Psicodélicas del Instituto de Estudios Integrales de California. Desde que Phelps, psicóloga, comenzó el programa de capacitación en el 2015, la búsqueda para resucitar la medicina psicodélica ha dado grandes pasos. Varias universidades han abierto centros de investigación sobre sustancias psicodélicas. Y los investigadores se sienten optimistas de que la Dirección de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos pronto podría aprobar el uso clínico de MDMA o éxtasis.

Caroline J. Hurd, doctora de cuidados paliativos en Seattle, Washington, se inscribió porque se sentía frustrada por las limitaciones de los medicamentos comúnmente utilizados para aliviar el dolor de los pacientes con enfermedades terminales.

“La mayoría de las herramientas que tenemos para tratar los síntomas conducen a la desconexión”, dijo, describiendo a los pacientes que pasan sus últimos días aturdidos. Estaba intrigada por los estudios que mostraban que los psicodélicos aliviaban el temor de las personas que enfrentaban pronósticos sombríos, permitiéndoles estar más presentes en sus últimos días.

Mientras la música disminuía hacia el final de la sesión, Hurd se vio a sí misma tendida sobre un nido de palos, rodeada de sus hijos, en el momento de su muerte. La visión la hizo sentir que había captado algo inefable.

“No necesito preocuparme por lo que hay al otro lado”, dijo. “Podría ser tan simple como regresar a la tierra y convertirme en tierra, y eso está bien”.

© 2024 The New York Times Company

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